Inflación en EEUU obliga a familias a acudir a comedores comunitarios

Aviso de comer en inglés con luces led sobre una pared de ladrillos. Comida

La inflación en Estados Unidos está en niveles máximos no vistos desde hace 31 años. La Oficina de Estadísticas Laborales reportó que en el mes de octubre, el índice de precios saltó a 6.2% y el elevado costo de los productos cada día afecta más a los estadounidenses, pues con el mismo dinero que ganan están comprando menos alimentos de los que acostumbraban.

The Associated Press dio a conocer que está situación está llevando más familias a los comedores comunitarios y los bancos de alimentos tienen que redoblar esfuerzos para lidiar con la creciente problemática.


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La agencia señala que en una iglesia de Oakland cientos de personas hacen cola para su reparto semanal de alimentos. Shiloh Mercy House alimenta a unas 300 familias cada miércoles, y aunque son menos de las que alimentaron en el punto más álgido de la pandemia, la organización benéfica asegura que llega población nueva cada semana.

“Y mucha gente dice que no puede permitirse la comida”, dice Jason Bautista, director de eventos de la organización benéfica. “Quiero decir que tienen el dinero para comprar ciertas cosas, pero simplemente no les alcanza”.

Las familias también pueden utilizar un mercado comunitario que Shiloh abrió este año. Sonia Luján-Pérez, de 45 años, residente en Oakland, se abastece de alimentos para ella y sus dos hijos.

El estado le paga por el cuidado de su hija que tiene necesidades especiales, pero no es suficiente para cubrir el alquiler mensual de $2,200 dólares y el costo de los alimentos que cada día cuestan más.

El problema se incrementa para los bancos de alimentos de Estados Unidos, porque además de que tienen que lidiar con el aumento de la demanda de las familias marginadas por la pandemia, ahora enfrentan el desafío del aumento de los precios y los problemas de la cadena de suministro.

Como consecuencia de los altos costos y la escasa disponibilidad, algunas familias reciben raciones más pequeñas o sustituciones de alimentos básicos como la manteca de maní, que cuesta casi el doble que hace un año.

“Lo que ocurre cuando los precios de los alimentos suben es que empeora la inseguridad alimentaria de quienes la padecen“, comentó Katie Fitzgerald, directora de operaciones de Feeding America, organización que coordina los esfuerzos de más de 200 bancos de alimentos en todo EE.UU.

Los bancos de alimentos no podrán absorber para siempre los costos de los productos, que son entre dos y tres veces más caros que antes.

Los problemas en la cadena de suministro, la disminución de inventarios y la escasez de mano de obra, han aumentado los costos de las organizaciones benéficas de las que dependen decenas de millones de personas en el país para su alimentación.

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