Uruguay se encuentra en los preparativos finales para su participación en la COP28, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que dará inicio el 30 de noviembre en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Este evento, crucial para abordar estrategias de contención y adaptación al cambio climático, se llevará a cabo en Dubái y busca avanzar en los compromisos adquiridos en ediciones anteriores, en medio de un panorama climático cada vez más desafiante con fenómenos extremos.
En la antesala de la conferencia, Uruguay ha definido su postura, destacando la importancia de consolidar una Agenda Nacional enfocada en acelerar transformaciones económicas y sociales para lograr un desarrollo productivo sostenible. La participación del gobierno en la COP28 busca establecer una coherencia institucional, abordando temas cruciales como el acceso al financiamiento y la cooperación internacional, desafíos que enfrenta Uruguay a pesar de sus esfuerzos por abordar el cambio climático.
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Sin embargo, la elección de los Emiratos Árabes Unidos como sede ha generado controversia, dado su estatus como uno de los principales productores de petróleo del mundo y su posición opuesta a un rápido abandono de los combustibles fósiles. El hecho de que el ministro de Industria emiratí, también presidente de la COP28, esté vinculado a la industria petrolera revela un posible conflicto de intereses y destaca la creciente influencia del lobby de los combustibles fósiles en la conferencia, un fenómeno que ya se observó en la COP27 del año anterior en Egipto.
Con información de Ámbito
