Impacto de salinidad en el agua se siente en las industrias de Uruguay

Según publica el portal  Dfsud.com impacto de salinidad en el agua se siente en las industrias de Uruguay.  Uruguay tiene al menos tres semanas sumida en una de las peores crísis hídricas de los últimos 70 años.

El Gobierno de Luis Lacalle Pou se ha visto forzado a dictar una serie de medidas para garantizar el suministro de agua potable en el área metropolitana debido a la histórica sequía, mientras que las empresas han tenido que modificar sus procesos operativos para combatir el exceso de sal en el agua y que ello no altere el resultado final.


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“Uruguay está pasando el peor déficit hídrico en 74 años”, señaló en conferencia de prensa el secretario de presidencia de Uruguay, Álvaro Delgado.

Impacto de salinidad en el agua se siente en las industrias de Uruguay

Y agregó: «Estamos tomando medidas para mantener el nivel de suministro de agua que existe hoy hasta que lleguen las lluvias que cambien la contingencia”.

Ese es precisamente el gran problema que atraviesa la nación sudamericana: la falta de lluvias.

Ante ello, la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) decidió duplicar el tope de sodio autorizado por litro de agua para garantizar el servicio durante al menos 30 días, lo que ha llevado a que el agua potable de Montevideo cambie de sabor, donde viven unos 1,8 millones de personas, más de la mitad de la población del país.

Ello lo hizo mezclando agua dulce proveniente del embalse de Paso Severino con otra del tramo inferior del río Santa Lucía, con mayores niveles de salinidad por su cercanía con el Río de la Plata.

El diario local El Observador alerta que las reservas de la represa descienden cada día y que esta situación continuará por lo menos hasta la próxima semana. La última vez que la represa estuvo llena –con 65 millones de metros cúbicos– fue en noviembre de 2022.

Según el medio, el nivel del río se encuentra en 27,16 metros, lo que supone un mínimo histórico. La OSE calcula que el volumen de reservas del embalse el 18 de mayo era de 6.028.319 metros cúbicos y que se utilizan alrededor de 240.000 metros cúbicos diarios, por lo que a ese ritmo de consumo, el agua alcanzará para unos 25 días.

Impacto directo

El primer rebote fue en el consumo. Se empezó a sentir un gusto diferente en el agua y la gente optó por consumir masivamente agua embotellada. El resultado fue que empresas envasadoras quebraran sus stocks y la escasez se comenzó a notar en los locales comerciales.

El presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández, señaló que dos de las marcas líderes en venta de agua en Uruguay, Coca-Cola y Salus, «quebraron stock».

Desde Coca-Cola Femsa explicaron que en un momento «se generó un desfasaje en la capacidad de producción y entrega» a consecuencia de la disparada de demanda del producto por el aumento de salinidad.

Según una organización que investiga el mercado registró que la compra de agua envasada diaria en Uruguay se triplicó en el mes de mayo. Parte de ello también habría sido impulsado por la rapidez con la que se estaba vendiendo el agua embotellada; a mayor salida del producto, mayor interés por adquirirlo.