Trade&Catman: dime qué edad tienes y te diré qué productos frescos consumes

El consumo de productos frescos (fruta, verdura, pan, embutidos, carnes y pescado frescos y huevos) experimentó un crecimiento del 8,8% durante el año de la pandemia en comparación con los ligeros crecimientos (de entre el 2 y el 3%) registrados en años anteriores. Así lo revela la tercera edición del Observatorio de frescos de ALDI 2021 que pone de manifiesto que en 2020, el presupuesto anual de los españoles para la compra de frescos aumentó un 14% (más de 260 euros), hasta alcanzar los 2.192 euros de media por hogar. En su conjunto, los productos frescos representaron un 40% del gasto anual en alimentación de las familias, con una inversión total superior a los 39.000 millones de euros (en 2019 fue de 34.000 millones).

La carne fresca y la charcutería es la más consumida por los jóvenes; los pescados y mariscos y el pan fresco destacan a partir de los 50 años; y la fruta sobresale especialmente a partir de los 65 años


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Según el estudio, los mayores de 50 años son los que más productos frescos consumen, ya que lo hicieron en más de 6 de cada 10 ocasiones. A medida que desciende la edad, esta cifra se reduce. El gasto en este tipo de productos también aumenta con la edad, concretamente, el 69% del gasto total en España lo realizan personas de más de 50 años. De hecho, en la franja de mayores de 65 años, esta categoria de alimentos representa el 52% del valor del tique de compra, mientras que en los menores de 35 años el dato baja hasta un 37%. En cuanto a preferencias de productos, los jóvenes son los que más carne fresca y charcutería consumen; mientras que los pescados y mariscos, así como el pan fresco, crecen en consumo a partir de los 50 años; y la fruta sobresale en los hogares de más de 65 años.

El momento preferido para consumir frescos es el almuerzo, que representa el 43% del consumo total en frescos, junto con la cena, con un 35%. Destaca el aumento de alimentos frescos en el desayuno, que pasa del 7,4% en 2019 al 8% en 2020. Por edades, los mayores de 65 años son los que más frescos consumen en el desayuno. En cambio, los jóve­nes de hasta 15 años son los que más frescos toman para merendar. Entre los 15 y los 65 años es cuando más se consumen frescos en las comidas y en las cenas.

Aumenta el consumo de fruta y verdura, se mantiene la carne y el pescado y cae el pan

Aunque el período de confinamiento provocó una disminución de los actos de compra de productos frescos (4 actos menos de media por hogar que en 2019), supuso, en cambio, un aumento del gasto por compra de un 16%. En consecuencia, el precio del tique medio se incrementó en el último año hasta los 10,7 euros de media.

Por productos, un tercio del gasto invertido en frescos se destinó a la compra de fruta y verdura.

En general, el consumo de las categorías de frescos subió en 2020, a excepción del pan fresco y la charcutería que experimentó una tendencia a la baja debido a los meses de confinamiento.

Por su parte, la carne y el pescado frescos frenaron el descenso en el consumo que venían sufriendo desde 2013. Estos productos normalmente más consumidos fuera de casa tuvieron un repunte de consumo en el hogar debido a las restricciones sociales y de movilidad. En el caso de la carne fresca, se observa un crecimiento de casi el 10% durante el segundo trimestre de 2020 respecto al mismo período de 2019, una cifra que alcanza el 11% en el caso del pescado y el marisco.

Las familias españolas aumentaron un 14% el presupuesto para productos frescos en 2020, hasta los 2.192 euros de media por hogar.

Según el Observatorio de Frescos de ALDI 2021, la pandemia tuvo también un impacto en los hogares españoles que afirman haber reducido el consumo de proteína animal. Si a finales de 2019 este grupo representaba un 42% de los hogares, durante el confinamiento se redujo a casi la mitad (25%). En cambio, con la nueva normalidad se fue recuperando progresivamente la tendencia anterior hasta situarse en el 36% a finales de 2020.

Por otra parte, el informe revela que el 55% de los hogares reconoce que realizó en 2020 más comidas especiales en casa que fuera, una cifra que aumenta un 6% respecto 2019. También pasaron más tiempo en la cocina: de media, dedicaron 33 minutos a las comidas entre semana y más de 35 el fin de semana. Durante 2020, las principales motivaciones para el consumo de alimentos fue la conveniencia (24%), el placer (23%) y el sabor (19%) y, aunque en el consumo de productos frescos, la salud y la conveniencia son las razones principales (50% en su conjunto), el placer y el sabor cobran cada vez más importancia (40% en su conjunto).

La calidad, la transparencia y la sostenibilidad de los frescos, claves para el consumidor español

La sostenibilidad es un factor cada vez más determinante a la hora de hacer la compra. En concreto, el granel es la opción preferida en la compra de frescos (61%), especialmente para mujeres y menores de 65 años, y más del 79% valora que el envase sea sostenible y el 91%, que se reduzca el plástico que contiene.

Por otra parte, la calidad sigue siendo el factor más valorado en la compra de frescos (59% de las preferencias), aunque la relación calidad-precio se mantiene en segunda posición (51%). Los motivos que ayudan a transmitir mayor percepción de calidad son la proximidad y los certificados de denominación de origen, seguidos de las certificaciones de bienestar animal, agricultura ecológica y sostenibilidad, así como la presentación y estética.

Respecto a la transparencia en el etiquetaje de los productos frescos, más de dos terceras partes de los consumidores afirman leer la etiqueta en los supermercados antes de realizar la compra.

Se valora, por tanto, la información que ofrecen los supermercados en el etiquetaje y un 94% de ellos declara que ésta es un elemento importante que influye en su decisión de compra.

Así es el consumidor vegano, vegetariano y flexitariano

El Observatorio de Frescos de ALDI 2021 hace una radiografia de los nuevos tipos de consumidores: los flexitarianos y los veganos, en base a sus actitudes y preferencias. El consumidor flexitariano suele cuidarse y prestar atención a lo que come, procura reducir el consumo de lácteos, azúcares e incorpora mucha fibra a su dieta. Además, tiene predisposición a pagar más por productos ecológicos. La preocupación por la salud la traslada también al deporte, de modo que realiza ejercicio físico con regularidad. Suele leer la información de las etiquetas, y no le importa pagar más en los supermercados si recibe una buena atención y experiencia de compra. Es innovador, aunque no suele ser demasiado cocinillas y le gusta hacer la compra online y comprar comida para llevar.

Por su parte, el consumidor vegetariano o vegano tiene muy en cuenta su alimentación: busca reducir los lácteos, incluir fibra en la dieta, consumir productos bajos en grasas, integrales o desnatados y, sobre todo, prefiere comprar productos ecológicos. Suele leer la información de las etiquetas y es ecologista, solidario y muy respetuoso con el medioambiente. Sin embargo, es poco deportista, no dedica demasiado tiempo a mimarse y no se considera buen cocinero. No le importa pagar más en los supermercados si recibe una buena atención y experiencia de compra, aunque reconoce hacer la compra online. El precio no es primordial en su compra, puesto que está dispuesto a pagar más por la calidad.

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