Supply Chain: ¿Modelos de inventarios fijos o dinámicos en tiempos de vacas flacas?

La noche del último día hábil de un mes se hace cada vez más difícil para un director logístico. Cada vez debe soportar más presión de los socios o alta gerencia de su compañía para cumplir con los requerimientos de la demanda, logrando reducir los niveles de inventario a su cargo. La pregunta que se hacen los encargados de logística y los financieros, en estas épocas de bajo crecimiento económico, es cómo reducir sus inventarios y cómo contar a la vez con stocks que atiendan totalmente la demanda.

El índice de crecimiento del PIB en Colombia, según La Dirección Nacional de Planeación, fue del 1.8% para el año 2017 y se espera, según las expectativas, un incremento similar para el año 2018. Con estos índices tan bajos todos los interesados en los inventarios están buscando opciones creativas y técnicas para contar con los inventarios en los volúmenes adecuados, sin descuidar venta alguna. Es acá donde se encuentra lo interesante y retador de la gestión de los inventarios en una compañía. La pregunta es ¿qué modelo de inventarios debo tener en mi compañía que me permita estar cubierto ante cualquier demanda o comportamiento de mis proveedores?


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Javier Galindo, Director Comercial de la consultora Decisiones Logísticas indica que “los responsables e interesados en los inventarios deben dejar de pensar en mantener modelos de inventario fijos y adoptar modelos dinámicos que consideren simultáneamente variables como el plazo de entrega del proveedor ( lead time ), variaciones de la demanda, fiabilidad del proveedor, cantidad mínima de compra, promociones o eventos a realizar y por supuesto el nivel del servicio que la compañía plantea prestar”.

Los inventaros en la vida real

Existen muchos casos de estudio que hablan de demanda determinística o conocida, demanda constante, demanda dependiente o demanda independiente, tiempo de entrega de proveedores aleatorios. Todo esto parece complejo para decidir qué modelo de inventarios debo adoptar, sin embargo, la solución no es compleja: el modelo a tomar es de variabilidad. La vida real es de incertidumbre. La demanda tiene un comportamiento probabilístico, y el comportamiento de mis proveedores tiene componentes aleatorios. Por lo tanto, si deseo mantener mi nivel de inventario en los puntos que requiera mi negocio debo considerar este modelo dinámico, adoptando esquemas de revisión continua o en ciclos razonablemente establecidos.

Estas variables deben considerarse para cada referencia (Sku) e inclusive en cada ubicación, tienda, bodega o centro de distribución. De hacerse de esta manera las compañías podrán reducir sus stocks, permitiendo así un esquema de capital de trabajo más sano, atendiendo simultáneamente la demanda de la compañía.

Para hacer esto es necesario contar y mantener la información histórica de las ventas, del comportamiento de los proveedores, y contar con información sobre las promociones y eventos que plantee la compañía. Será necesario entonces destinar recursos para obtener esta información, hacer los cálculos, gestionar las órdenes de pedido y velar porque este proceso se haga rutinario en la compañía.

Los modelos de stocks fijos, basados en un aplicar una constante a mi demanda han sido revaluados porque no obedecen a la vida real y serán definitivamente reemplazados por modelos dinámicos más robustos que hagan que el inversionista disponga en él, el capital preciso alrededor de lo que requiera el negocio.

Lo que ofrece la tecnología

Para compañías con alto número de Sku´s, centros de distribución y puntos de atención, existen en el mercado herramientas tecnológicas que ofrecen soluciones para apoyar este proceso. Slimstock, compañía de software holandesa especialista en la gestión de inventarios dinámicos indica que con aplicativos especializados se logran reducciones de stock entre el 20% y 40%.

Finalmente, Javier Galindo precisa que “contar con modelos de inventarios fijos ya no es una buena idea pues implican grandes desventajas como es el capital ocioso, riesgos de obsolescencia, altos costos de almacenamiento, altos costos logísticos, riesgos de desabastecimientos y de pérdidas”. Para estas épocas de crecimientos moderados del PIB, rayando en el estancamiento, toman ventajas las compañías que desafían sus procesos internos y que optimizan su capital tomando medidas que hacen que su gestión de inventarios pase de una actividad estática a dinámica. Esperemos que los logísticos den un paso en esa dirección y puedan por fin tener noches de fin de mes más tranquilas.

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