Sostenibilidad: Sostenibilidad y circularidad en el ojo del huracán de la economía

Vivimos en una época de grandes oportunidades para salir de la crisis provocada por la pandemia, pero debemos hacerlo de manera sostenible e incorporando criterios de economía circular. Así se ha puesto de manifiesto en un panel sobre nuevos modelos económicos celebrado en el foro BNEW

La sostenibilidad nos afecta en un espectro muy amplio, especialmente a la hora de tranformar dos de los grandes pilares de la actividad humana: la economía y la sociedad. Por lo tanto, cada vez es más urgente que diferentes actores como administraciones, empresas y sociedad civil adopten un enfoque diferente de la economía que tenga no solo en cuenta el rendimiento económico, sino que incorpore también criterios ambientales y de vulnerabilidad social. Al fin y al cabo, vivimos en una época de grandes oportunidades para salir de la crisis sistémica provocada por la pandemia, pero debemos hacerlo de manera sostenible e incorporando criterios de economía circular.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Este ha sido precisamente uno de los mensajes centrales que se han puesto de manifiesto este jueves en un panel sobre principios ecológicos en la industria, celebrado dentro del marco de la Barcelona New Economy Week (BNEW). En la sesión, titulada Nuevo modelo económico: una industria con principios ecológicos y moderada por Myriam García-Berro, directora de Tecnología e Innovación de Eurecat, han participado Paula Altavilla, presidenta de Schneider Electric Argentina; Manuel Cermerón, CEO de Agbar; y Alicía García Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis. Aunque provenientes de sectores distintos y con trayectorias diferenciadas, los tres han coincidido en lo esencial: la nueva economía es una oportunidad pero también un desafío que exige transformaciones en muchos sectores.

Uno de los más importantes es, sin duda, el agua. Al fin y al cabo, el vital líquido no solo es clave a la hora de garantizar nuestra supervivencia, sino que cumple funciones importantísimas para la biodiversidad y tiene un enorme potencial circular. “Para el grupo Agbar la economía circular y la sostenibilidad son una gran oportunidad que venimos desarrollando desde hace muchisimo tiempo. Tenemos más de 150 años de historia, en los que hemos aprendido que solo mediante la adaptación continua al cambio puedes perdurar“, ha asegurado Cermerón, que ve los recursos hídricos como una oportunidad de seguir avanzando en la senda del desarrollo sostenible.

En concreto, el CEO de Agbar ha propuesto que se apueste de manera decidida por proponer usos diferentes del agua como la reutilización, una técnica que no solo permite la circularidad sino que ayuda a aprovechar materias primas embebidas en el agua que convierten al sector en un auténtico mitigador de las huellas de carbono de otros. “El agua merece una segunda vida, aplicamos muchísima tecnología y conocimiento no solo al tratamiento del agua, sino que además una vez la hemos consumido y utilizado, aplicamos aún más tecnología y conocimiento, además de mucha energía, para devolver ese agua al medio en perfectas condiciones“, ha apuntado Cermerón, que considera que en España una reinyección en el sistema es especialmente importante “para paliar ese estrés hídrico que estamos sufriendo”.

Eso sí, para asegurar que la sostenibilidad y la circularidad son posibles tanto en el sector del agua como en otras áreas económicas vitales como la energía, es imprescindible apostar por las alianzas entre actores. “La transición ecológica es un proceso costosísimo en el que todos tenemos que poner de nuestra parte”, ha apuntado García Herrero, que considera que actualmente estamos “en una nueva fase de la globalización en la que la sostenibilidad está en el centro, y debe ser liderada por Europa”. Un guante que ha recogido Cermerón afirmando que el desarrollo sostenible “es un reto de escala planetaria, por lo que hay que tener una visión sistémica de las soluciones”. “Cada actor tiene que aportar su grano de arena para seguir evolucionando. La energía en este sentido es clave, porque con ella producimos cosas, pero también hay que centrarse en el agua, porque el estrés hídrico es una emergencia que también vamos a tener”, ha resaltado.

De lo local a lo global

Más allá de la importancia de las alianzas, otro aspecto destacado por estos expertos en BNEW para avanzar en sostenibilidad en toda la economía global está en el paso de lo local a lo global, por lo que las empresas deben empezar por transformarse internamente. “Nuestro compromiso es el resultado de mucho trabajo. Se ha trabajado internamente para desarrollar una cultura comprometida al 100% con la sostenibilidad en el sentido más amplio de la palabra. Los principios han ido permeando en la organización hasta convertirse en el propósito que nos lleva adelante: empoderar a todos para optimizar el uso de la energía y los recursos para mejorar la vida de todos, en todos lados, todo el tiempo”, ha asegurado Altavilla.

“Todo lo que tiene que ver con circularidad y sostenibilidad depende enormemente del territorio en el que actúes, que condicionan y facilitan o complican el diseño de tus estrategias. No hemos de olvidar que los impactos son locales también: la biodiversidad no es un concepto etéreo, sino que está localizado, territorializado, y hay elementos que la condicionan. Dicho esto, el reto es mayúsculo y hay que seguir perseverando”, ha apuntado Cermerón. En este sentido, el análisis de lo local puede ser especialmente útil para avanzar en circularidad: en los ecosistemas locales, puede haber un residuo para uno que sea materia prima para otro. Por ejemplo, en el agua residual, el polifenol o el fósforo, en formato estruvita, se pueden reaprovechar para nuevos usos, sirviendo de abono agrícola de alta calidad.

“Es vital trabajar en el diseño y rediseño de procesos, integrar la sostenibilidad de manera sistemática en todo el ciclo completo de tu producto o servicio. Y a partir de ahí, pues perseverar. Esto el mercado lo reconoce: no es una opción el no integrar la economía circular en los procesos productivos”, ha dicho Cermerón. “Las compañías que no cumplan con la sostenibilidad van a tener un problema enorme para generar engagement y ser relevantes dentro de la sociedad. El objetivo es ir a los cero residuos, pero en ese camino todavía tenemos que avanzar mucho”, ha complementado Altavilla.

Por supuesto, los poderes públicos también tienen un importante papel que jugar a la hora de encuadrar estos procesos. “Yo creo que sin lugar a dudas el marco normativo tiene que ser robusto, que envíe señales clara de seguridad a los actores. Pero estamos en un momento en el que se manejan conceptos como el sandbox: buscamos espacios donde poder superar la regulación actual para probar en condiciones pactadas modelos, servicios y productos de futuro“, ha apuntado Cermerón, que cree que “hay que compatibilizarlo todo”. Y es que, según han coincido los ponentes, intentar regularlo todo lleva a la parálisis y al bloqueo, es decir, a situaciones de inseguridad jurídica que impiden actuar a los actores.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉