Sostenibilidad: Siemens predica sostenibilidad en el desierto

Siemens lleva años inmerso en la batalla por la sostenibilidad. El gigante industrial alemán está convencido de que la tecnología puede ayudar al uso eficiente de los recursos naturales cada vez más escasos y paliar los desastres que la propia tecnología y el derroche energético está causando. Y se ha marchado a los áridos desiertos de los Emiratos Árabes Unidos para predicar ese mensaje de sostenibilidad, una paradoja aparente si se tiene en cuenta de que estos países viven encima de un océano de petróleo y gas, al que deben su fulgurante prosperidad, y que el gasto de energía por habitante está entre los mayores del mundo.

La compañía alemana está comprometida con toda la zona de Oriente Medio. Pese a que sus plantas de gas representan el 70% de la generación de energía en Dubái y el 45% en el conjunto de los EAU, se ha embarcado en una cruzada verde por las energías renovables. En los Emiratos está construyendo una planta de hidrógeno verde, colabora en el desarrollo de Masdar City, la ciudad ecológica y sostenible donde tiene su sede, y es socio fundamental en la Expo Universal 2020 que se va celebrar en Dubái el año que viene, y cuyas banderas serán la sostenibilidad y la innovación. Pero también ha firmado un acuerdo para reelectrificar zonas como Libia, Líbano e Irak, donde se están rehabilitando dos plantas eléctricas en la provincia iraquí de Saladino con un coste de 1.320 millones de dólares, en el marco del plan de reconstrucción del sector tras la guerra contra Saddam Hussein y el posterior conflicto con el Estado Islámico.


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Uno de los planes de los que está más orgulloso es la planta de producción de hidrógeno verde en Seih Al Dahl, que se alimenta de la energía del Parque Solar Mohammad Bin Rashid, llamado a ser el mayor del mundo con una capacidad de producción total planificada de 5.000 megavatios (MW) para 2030.

La planta de hidrógeno de Siemens es el primer proyecto de este tipo en la zona y uno de los pocos que existe en del mundo. Utilizando electricidad generada por el sol, se electroliza el agua para dar oxígeno e hidrógeno (H2). Este último gas se almacena y luego se usa como combustible para la reelectrificación, el transporte u otros usos industriales. El objetivo es producir gas para la Autoridad de Electricidad y Agua de Dubai (Dewa) antes del 20 de octubre de 2020, fecha de inicio de Expo 2020 de Dubái, que se extenderá hasta abril de 2021.

Todos los países de la zona agrupados en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), se han marcado exigentes objetivos de reducción de emisiones. El de los EAU es reducir su huella de carbono relacionada con la generación de energía en un 70% para 2050, que el 50% de su energias sea renovable para esa fecha y aumentar la eficiencia del consumo de energía de las empresas y los hogares en un 40% .

En este sentido, el consejero delegado de Siemens en Medio Oriente y EAU, Dietmar Siersdorfer , prevé que los países de Oriente Medio aumenten participación de las energías renovables del 9% a 14% en 2030. En una visita con una delegación de prensa internacional organizada por Siemens a la que asistió EL PAIS, el ejecutivo señaló que, a pesar de que las reservas de hidrocarburos de la zona pueden durar hasta un siglo con las tasas de producción actuales, los países del Golfo están verdaderamente comprometidos con iniciativas de eficiencia como la hibridación de combustible y la descarbonización, que pasan necesariamente por la apuesta de la energía solar fotovoltaica a gran escala.

Pero, ¿es solo la concienciación ecológica la que ha llevado a los emiratíes a construir una planta solar que costará 12.500 millones de euros cuando esté completada? Lamentablemente, la respuesta es más prosaica: el factor determinante ha sido el brusco descenso en la última década del coste de las energías renovables, que les permite competir con las fósiles.

El vicepresidente de estrategia y desarrollo comercial de Siemens Oriente Medio, Manuel Kuehn, desveló que el coste medio de la energía solar fotovoltaica se había dividido por 10, y actualmente en el parque de Dubái es de 2,4 centavos de dólar por kilovatio/hora, el más bajo del mundo De ahí, que las instalaciones de energía solar fotovoltaica en todo el mundo hayan aumentado de 15 GW en 2008 a 391 GW en 2017.

 

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