Sostenibilidad: ¿Qué es el greenwashing?

eco textil
Esta moda no es un estilo de vestimenta, sino toda una revolución a favor de que la ropa sea sustentable a nivel económico, social y medioambiental. Y como no todo lo que se vende como moda sostenible lo es, ECOticias.com – El Periódico Verde ofrece algunas pautas para huir del greenwashing.
¿Qué significa greenwashing?
El término greenwashing se aplica al uso de argumentos (en operaciones de ventas o como estrategias de marketing y/o comunicación) que implica el empleo de buenas prácticas ecológicas que o no son reales o que han sido magnificadas. Su objetivo es mejorar el concepto que el público tiene de una marca o producto, induciéndoles a creer que es ‘verde’.
El término del idioma inglés ‘greenwashing’ significa literalmente ‘lavado verde’, ya que esta práctica busca que, lo que se promociona o vende tenga una mayor aceptación en el mercado, aprovechando la concientización del público hacia el consumo de productos o marcas que no dañen el medioambiente.
Pero en realidad el greenwashing es una práctica poco ética y mentirosa, que disfraza de ecológico, orgánico, vegano, sostenible y/o verde a una marca o producto que no lo es. Para poder combatirlo con eficacia y evitar caer en sus ‘trampas’ publicitarias es fundamental tener en cuenta que, la moda sostenible tiene varios pilares fundamentales. Transparencia Conocer bien la marca de moda sostenible es fundamental para empezar a comprar prendas de forma responsable. Antes de adquirir ropa de una marca se debe investigar acerca de la misma, puesto que a día de hoy es muy fácil obtener la información más relevante: dónde produce la ropa, cómo lo hace, qué mano de obra emplea, etc.
Las empresas que realmente son de moda sostenible ofrecen este tipo de información de manera pública y voluntaria, puesto que no tienen nada que ocultar y saben que todo puede contrastarse fácilmente. Por ello, cuando hay dificultades en encontrar estos datos puede ser que existan dudas acerca del nivel real de sostenibilidad de sus prendas. La trazabilidad de una prenda es la mejor garantía contra el greenwashing.
Producción
Comprar ropa debería ser un acto consciente, puesto que detrás de cada prenda hay un sistema de producción que implica muchas horas de labor de infinidad de personas, que intervienen directa o indirectamente. La moda sostenible incluye condiciones de trabajo saludables, salarios justos, obreros que ejercen sus derechos como tales, etc.
Muchas de las marcas que se esconden tras el greenwashing, aunque puedan tener publicidad que las ‘viste de verde’, suelen tener un oscuro trasfondo: mano de obra explotada, trabajo infantil, pagas miserables, espacios y condiciones de labor insalubres, carencia de protección legal, altos niveles de accidentes y mucho más. La ropa que se fabrica localmente es fuente de creación de empleos.
Cuanto menor sea la distancia entre el sitio de producción (y en lo posible de generación de las materias primas) y el de venta, menores serán los costos medioambientales de cada prenda. Lo que se fabrica en los países más pobres no resiste el greenwashing, porque implica traslados intercontinentales y su huella de carbono es enorme.
Materiales
Las etiquetas no solo informan del lugar de procedencia de la ropa y dejan en evidencia las prácticas de greenwashing cuando son muy lejanos, sino que también indican los materiales con los que se ha fabricado, algo de vital importancia para saber si una prenda es realmente de moda sostenible.
La industria textil contamina una cantidad indecente de agua potable para manufacturar las telas, porque éstas incluyen productos químicos tóxicos, por necesidades de procesamiento o por los detritus. Esto sucede con los poliésteres, las telas de nailon, la mayor parte del algodón e incluso algunos ‘cueros’ ecológicos que se fabrican con plásticos. La moda sostenible emplea materiales certificados, orgánicos y/o reciclados.

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