Uno de los emprendimientos que le dan prioridad en la gestión ambiental y cuidado del medio ambiente es ‘Selva Santa’ un emprendimiento colombiano dedicado a la cosmética natural, eficiente y sostenible a largo plazo.
Para la compañía, no solo es importante la cantidad de un ingrediente sino también la calidad porque saben que la piel es el órgano más extenso del cuerpo que actúa como una esponja que absorbe todo lo que ponemos en ella.
El 90% de los empaques son reutilizables y reciclables, por esto, es que sus productos están en envases de vidrio, son de baja contaminación y reutilizables, elaborados con papel ecológico y los envíos se realizan en cajas reutilizables y bolsas de maíz biodegradables, además la publicidad del emprendimiento se realiza por redes sociales, web y voz a voz.
Sus métodos de fabricación son en frío, lo que permite un gran ahorro de energía ya que no es necesario calentar para poder obtener el producto final con productos que son tendencias minimalistas en cosmética y con fórmulas con los ingredientes justos y necesarios para conseguir el objetivo del producto. Además, se esfuerzan a educar a nuestros clientes para que realicen un consumo más consciente y desde sus rutinas diarias hagan un aporte al cuidado del medio ambiente.
Por otro lado, el ejercicio en casa se ha convertido en una tendencia de estilo de vida más consultada en los últimos tiempos. La compra de implementos como sudaderas, leggins, chaquetas o pantalones para hacer ejercicio físico se convirtieron en productos para adquirir, sin embargo, los compradores se inclinan en prendas que reduzcan el impacto ambiental durante su ciclo de vida, conservando sus cualidades de uso.
Por ejemplo, una de las empresas que se ha dedicado a implementar innovadores productos es Decathlon. “La compañía trabaja para dejar un impacto positivo resultante de nuestra actividad. Nuestra preocupación por el bienestar de la naturaleza y por el impacto que generamos en el medio ambiente, nos lleva a innovar e incorporar procesos que nos ayuden a conseguirlo, desde técnicas de producción que generen menos impacto para el planeta, hasta la utilización de materias primas más sostenibles”, afirma Elis Ricaurte, líder de desarrollo sostenible de Decathlon Colombia.
Pantalones para yoga elaborados con algodón orgánico, chaquetas impermeables, entre otros productos son confecciones de ecodiseños, en los cuales se utilizan materias primas sostenibles como algodón procedente de agricultura orgánica, un método de cultivo que reduce el uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos reduciendo así la contaminación de las aguas subterráneas, y algodón reciclado proveniente de materiales de excedente de producción y de textiles usados, el cual se procesa para obtener las fibras de algodón sueltas que se mezclan con fibras de algodón virgen para obtener los hilos.
La moda también se acogió al lema de la sostenibilidad y el respeto con el medio ambiente, varios emprendimientos se han sumado y apostarle a estos nuevos retos como lo hacen Tania Carolina Hernández y Sneyder Cajamarca, una pareja de esposos que hace dos años crearon ‘Criollos’, un emprendimiento de moda sostenible que utiliza materias primas recuperadas para elaborar camisetas, buzos y hoodies con diseños propios y originales que cuidan el planeta.
“Cada camiseta elaborada tiene en su confección el material de 5 botellas pet y cerca de 50 a 60 centímetros de algodón recuperado. En el caso de un buzo, en su confección se utiliza material de 9 botellas pet y 80 centímetros de algodón recuperado. No utilizamos agua en el proceso y las tintas que usamos son 100% ecológicas”, afirma Sneyder.
“Como valor agregado las etiquetas de nuestras prendas son germinables. Pueden usar el empaque como una matera y al poco tiempo obtener una planta de cilantro”, agrega Hernández, quien desde su inicio contaron con el apoyo de la Corporación Mundial de la Mujer Colombia, una organización que apoya iniciativas sostenibles en todo el país ayudándolos a hacer realidad sus proyectos.
Con este proyecto, ‘Criollos’ entra con fuerza en la tendencia de la moda slow fashion, una filosofía de vida en donde todo es útil a pesar de que se ha desgastado y que apoya las iniciativas locales apostándole a que las prendas entre menos distancia recorran mayor impacto positivo generan, apoyando así el consumo de proximidad.
