Sostenibilidad: Colombia busca tomar la delantera en la región en control del plástico

Gobierno presentó plan para prohibir pitillos, bolsas y mezcladores y aumentar niveles de reciclaje.

En Colombia, los residuos de plástico llegan al millón de toneladas al año. Por eso y con la intención de reducir ese muy contaminante desperdicio, el Ministerio de Ambiente presentó esta semana el Plan de Gestión de Plástico de un Solo Uso, que tiene el valor agregado de haberse construido en consenso con la industria, varias ONG, recicladores y consumidores.


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Este Plan, que debería aprobarse por decreto en el 2021, busca la prohibición total del uso y comercialización de pitillos, copitos, mezcladores y bolsas y cajas plásticas para embalar alimentos, periódicos y ropa, entre otros, a partir de ese mismo año.

Los vasos, cubiertos, platos y botellas plásticas no quedarán prohibidas, pero sus cuotas de reciclaje deberán aumentarse.

Algunos sectores, tanto de la academia como de la industria, ya han empezado a pronunciarse sobre los alcances y defectos de este plan, que el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, presentó en la Universidad de los Andes y que colocaría a Colombia por delante de Chile, país que ya prohibió el uso de bolsas plásticas en los supermercados.Lea también: Se prohibirá el uso de pitillos, bolsas y mezcladores a partir de 2021

Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos, aseguró que “esta iniciativa, destacada como un ejemplo para Latinoamérica, le da al país una solución tangible al reto de los residuos plásticos con medidas concretas y con instrumentos para aumentar rápidamente las tasas de reciclaje”.

Otros actores del sector piensan que aún quedan ciertos detalles por afinar que podrían resolverse con la inyección de recursos, tecnología y estímulos para las empresas. Por ejemplo, un punto que inquieta a los empresarios es la cuota que se les exigirá para incrementar el reciclaje de botellas de agua, vasos, platos, bandejas y cubiertos de plástico que fabrican y comercializan. La industria tendrá que suministrar recursos para que estos regresen como materia prima.

En efecto, para 2025 se espera que reciclen el 25 por ciento de estos productos y que para 2030 se llegue al 50 por ciento. Hoy se estima que solo reciclan el 15 por ciento, según datos de Acolplásticos. Aunque algunas ONG indican que es menos del 10 por ciento.

El Plan viene con una condición fuerte: en caso de no cumplir las cuotas de reciclaje, el Gobierno prohibirá su fabricación y comercialización.

Los empresarios no tienen mayores reparos frente a la prohibición de los pitillos y mezcladores, como asegura Carlos Herrera, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la Andi, en las conversaciones que han tenido con ellos sobre el tema, estos productos no representan un gran mercado y ya existen alternativas para reemplazarlos. Sin embargo, tienen dudas sobre cómo cumplirán con las metas de reciclaje en los tiempos estipulados.

Los empresarios dicen que cumplir las metas de reciclaje depende, en gran medida, de la articulación con los demás actores: fabricantes, recicladores, consumidores y Gobierno. “Un ejemplo de lo desarticulados que estamos es que hoy existen muchos colores para separar la basura –explica Herrera–. Si no unificamos esto, el material llegará a los rellenos en donde será difícil de recuperar”.

Y es que para transformar el plástico en materia prima se necesita no solo de infraestructura adecuada y de los equipos tecnológicos que puedan mejorar el proceso de transformación. También se requiere personal para su recolección. Hoy, los recicladores no lo hacen, porque nadie les compra los vasos y platos de plástico.

Si esto se ajusta, según Jorge Alberto Medina, profesor de la Universidad de los Andes y director del Grupo de Materiales y Manufactura, el país impulsaría una política clara de economía circular, y con ello no solo se mitigarían los impactos ambientales, sino el desperdicio económico. Y es que “en el mundo, las pérdidas económicas por no reciclar alcanzan entre 80 y 120 billones de dólares”, asegura.

Para académicos y empresarios, la hoja de ruta que presentó el Gobierno tiene a su favor que no es demasiado ‘verde’ como para ir en contra de los empresarios, ni está amañada con la industria del plástico, pues la pone en cintura en materia de adoptar otros materiales y practicar más el reciclaje.

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