Empresas españolas crecen en materia de sostenibilidad

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Según publica diarioresponsable.com Standard Ethics ha publicado «The Big Picture», su Informe Anual para el año 2022. Se trata de una visión de conjunto, cuyo principal objetivo es proporcionar al mercado y a sus diversas partes interesadas -instituciones, empresas cotizadas y no cotizadas, así como universidades y medios de comunicación- una visión general y en profundidad de las actividades llevadas a cabo por Standard Ethics durante el pasado año. La Agencia, además de centrarse en las cinco mayores economías europeas -Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido-, analizó y comentó la Calificación Ética Estándar por Países asignada a más de 45 países; examinó una muestra de unas 500 empresas cotizadas con una Corporate Standard Ethics Rating (SER); ofreció una visión general del nuevo servicio de Security Standard Ethics Rating (SER); y comparó treinta de las industrias más importantes. Las novedades para 2022 incluyen análisis específicos sobre el tema de la sostenibilidad en los sectores de la moda, la alimentación y el deporte, así como consideraciones sobre los cambios en el marco de normalización de la UE tanto para el mercado como para los proveedores de opiniones ESG. También se dedicó una mirada en profundidad a las particulares repercusiones geopolíticas del año en las cadenas de suministro y al papel clave de las PYME en su gestión.

En este sentido, recordamos que Standard Ethics es una Agencia de Calificación de la Sostenibilidad Autorregulada que sigue el Modelo Applicant-Pay, es decir, cuyos clientes son empresas cotizadas y no cotizadas que han solicitado una calificación de sostenibilidad. La solicitud de una calificación solicited establece una relación confidencial entre las partes, razón por la cual Standard Ethics no utiliza los datos recogidos fuera de la relación con el cliente, no colabora en actividades de gestión de activos, no asesora a terceros y deja al cliente la decisión de divulgar la calificación. Paralelamente, al entrar en un nuevo mercado o sector nacional, Standard Ethics analiza las principales empresas y les emite una calificación unsolicited (no solicitada y no remunerada) para crear un índice que pueda utilizarse libremente como referencia. Los índices de Standard Ethics son Índices de sostenibilidad, abiertos y gratuitos, autofinanciados, públicos y de libre acceso tanto en sus componentes como en las calificaciones atribuidas a sus componentes individuales.


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Con especial referencia a España, lo que se desprende del análisis es un panorama de empresas que sólo recientemente han comenzado a dar pasos más decididos hacia la Sostenibilidad y que, si bien alcanzan un buen nivel de transparencia y un adecuado reporting ESG, aún tienen margen de mejora en términos de gobierno corporativo. Aunque un tercio de las empresas del SE Spanish Index, lanzado por Standard Ethics en 2013, han logrado una calificación EE-, que denota la voluntad de adaptarse a los mejores estándares globales de sostenibilidad, todavía hay un 56% de empresas en el mercado español que no logran un Sustainable Grade (grado sostenibile). Sin embargo, el 40% ha obtenido una E+, lo que las convierte en posibles candidatas a mejorar en un futuro próximo.

En cuanto a los sectores bancario y de servicios públicos, que incluyen a la mayoría de las principales empresas cotizadas en España, mientras que el primero sigue manteniendo una fuerte impronta «responsable», el segundo presume de buenas prácticas en línea con los estándares exigidos por la ONU, la OCDE y la Unión Europea, único objetivo al que se refiere la Agencia para asignar la calificación. Sí es relevante la importancia de una nomenclatura más definida en la distinción entre RSE y Sostenibilidad, donde la primera sitúa a la empresa en el centro, dándole la facultad de definir libremente su propia contribución a la dimensión socioambiental, mientras que la segunda se inscribe en una dimensión sistémica, en el que ya no es la empresa la que define las macroestrategias en materia de ASG, sino que son los responsables mundiales, esas organizaciones internacionales delegadas por los Estados nacionales (y ascendentes por sus ciudadanos), los que deciden las políticas planetarias en interés de la humanidad y de las generaciones futuras.

Una menzione a parte meritano lo SE Mid Spanish Index e lo SE Mid Italian Index, lanciati simultaneamente da Standard Ethics nel 2022, i cui componenti hanno strutture sotto certi aspetti tra loro comparabili.  Mentre l’indice italiano conta, da un lato, il maggior numero di aziende virtuose che raggiungono il Sustainable Grade, dall’altro emerge anche la più alta percentuale di società con il più basso livello di rating assegnato nei due indici (E). Diversamente, l’indice spagnolo appare più omogeneo, con la maggior parte (65%) delle società retate E+. Ad ogni modo, le componenti di entrambi gli indici che raggiungono un livello sostenibile ne rappresentano ancora una minoranza. Un dato, questo, che non deve però scoraggiare. Entro il 2023, le PMI europee dovranno fare i conti con nuove direttive sotto l’egida della European Corporate Sustainability Reporting Directive («CSRD»): gli analisti di Standard Ethics vedono margini di miglioramento sotto il profilo della governance della Sostenibilità, ma anche un grande potenziale delle PMI italiane e spagnole che già si stanno indirizzando sulla giusta strada.

Cabe mencionar el SE Mid Spanish Index y el SE Mid Italian Index, lanzados simultáneamente por Standard Ethics en 2022, cuyos componentes tienen en algunos aspectos estructuras comparables.  Mientras que el Indice italiano tiene, por un lado, el mayor número de empresas virtuosas que alcanzan el Sustainable Grade (Grado Sostenible), por otro, también tiene el mayor porcentaje de empresas con el nivel de calificación más bajo asignado en los dos índices (E). En cambio, el Indice español parece más homogéneo, con la mayoría (65%) de las empresas calificadas con E+. Sin embargo, los componentes de ambos índices que alcanzan un nivel sostenible siguen representando una minoría. Un hecho, sin embargo, que no debe desanimar. En 2023, las PYME europeas tendrán que contar con nuevas directivas bajo la égida de la Directiva europea sobre informes de sostenibilidad empresarial («CSRD»): los analistas de Standard Ethics ven margen de mejora en términos de gobernanza de la sostenibilidad, pero también un gran potencial para las PYME italianas y españolas que ya van en la buena dirección.

Para consultar el informe completo, descárguelo aquí:https://www.standardethics.eu/media-en/research-methodology

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