De acuerdo al portal de noticias badhombremagazine.com
El tercer lunes de enero, se conozca como el Blue monday. ¿Eso es posible? Al parecer sí, pero ¿cómo lo resiente tu ropa?
El famoso Blue Monday, o Lunes Triste, surge en 2005 como una de las muchas ideas mercadológicas que se han capitalizado, o popularizado con fuerza y que año tras otro agarra por sorpresa a más de uno. El Blue Monday fue un término acuñado por el psicólogo Cliff Arnall quien se atribuyó haber encontrado una fórmula para determinar el día más triste del año. Checa la formula aquí.
Supuestamente para esta fecha, las personas se han dado cuenta de que los propósitos que se plantearon para el nuevo año se transforman en metas muy difíciles de alcanzar y llegan a un experimentar profundo desánimo o ansiedad causando síntomas depresivos como falta de energía, cansancio y tristeza.
No es nuevo para nadie que enero siempre es un mes difícil, especialmente por el lado económico, pues después de las fiestas de diciembre la cartera o la tarjeta se encuentran en números rojos, y si a eso le agregamos al clima, tenemos como resultado en el exterior un look deportivo desalineado (aparentemente para no salir de casa) que te invita a estar más cómodo de lo que usualmente estarías.
En estos días de enero, la ropa también tiene relevancia. Fíjate en lo que llevas puesto, probablemente vistes con el suéter del intercambio de navidad o alguna otra prenda adquirida durante las fiestas decembrinas. Esto nos recuerda de alguna forma que mantenerse caliente y cómodo es una de las principales prioridades de este mes. Tanto que en ocasiones se nos pasa la mano.
Vestir es un acto de emociones, ellas son las que dictan nuestro ánimo o desanimo para vestir, por ejemplo si estamos felices elegiremos algo que nos haga sentir bien, ya sea con un color especial, una prenda que nos aliente brindándonos seguridad para salir a donde quiera que vayamos. Ocurre lo mismo si nos sentimos melancólicos, agotados mentalmente o con frío.
Ante esto no hay mucho que se pueda hacer, pero si podemos esforzarnos un poco si es nuestra decisión, especialmente si de ir a trabajar se trata. Últimamente el lema de la moda popular es vestir lo que uno mejor le venga en gana, con lo que se sienta cómodo, feliz y de acuerdo a las posibilidades. Si bien es cierto, debemos de considerar que una buena imagen marca la diferencia y también ayuda a sentirnos mejor si la noche anterior la pasamos mal por no poder dormir.
¿Cuál podría ser una solución para ponerle frente a este estado de ánimo? Dentro de tus posibilidades de vestir encuentra la creatividad al hacer combinaciones. Sin duda esto requiere de un poco de esfuerzo, nadie dijo que sería fácil. Se trata de combinar tu lado más fashion con el más emocional, en este caso melancólico, y transformarlo en un estilo personal.
Para esto el color azul no debe faltar en tu combinación. Que de hecho se encuentra dentro de los colores tendencia este año dada, precisamente la sensación de melancolía, en un mundo pos-pandemia. Ya sea en tonos intensos, claros o con toques de éste en prendas o accesorios, darán una sensación de frialdad que paradójicamente contrastará con tu alrededor, pues la ropa masculina de invierno suele ser más negra, gris o café.
Aplicar el famoso layering (prenda sobre prenda) donde el negro, verde, baige son colores que quedan bien con el azul. Esta técnica ayuda cuando los días se vuelven traicioneros: por los mañanas muy fríos y por las tardes calurosos. O simplemente para que el aire acondicionado no perjudique tu sistema inmune.
