No hace tanto tiempo que abundaban los escépticos de la realidad virtual. Sin embargo, en los últimos años, la tecnología ha empezado a ganarse a los críticos y son múltiples las marcas que la han adoptado para llamar la atención de los consumidores.
El escepticismo terminó de disiparse durante la pandemia, con la urgente y creciente digitalización. El sector retail ha sido uno de los que está abrazando con firmeza la llegada de este tipo de innovaciones. El objetivo, al final, es el de atraer a nuevos públicos. Así lo demuestra la experiencia de realidad virtual puesta en marcha por la nueva tienda insignia de Harry Potter en Nueva York.
El establecimiento ha decidió cautivar a los posibles compradores para que estos atraviesen sus puertas y se adentren en el mundo de Hogwarts de la manera más realista posible. De este modo, han incluido dos experiencias de realidad virtual.
Una de ellas es Wizards Take Flights. Con ella podemos subirnos a una escoba mágica y recorrer el cielo londinense mientras la niebla humedece nuestra ropa y nos elevamos por encima del Big Ben luchando contra los mortífagos.
En la otra, Chaos At Hogwarts, somos guiados por el elfo doméstico Dobby. Los participantes pueden explorar el colegio de magos y brujas, ambientado en el que aparece en las películas de la saga de ‘Harry Potter’. A través de las salas se pueden encontrar con un dragón enfadado que lucha contra una criatura mágica.
Cada experiencia dura unos 30 minutos y cuesta alrededor de 30 dólares, es decir, unos 25 euros. Se trata de un incentivo extra para que los consumidores se acerquen a la tienda y consuman.
Para poder disfrutar de la experiencia de inmersión hay que ponerse las gafas de realidad virtual, los auriculares, unos dispositivos que se adhieren a las manos y a los pies para seguir el movimiento y una varita.
En el caso de Wizards Take Flight, todo lo que necesita el participante es subirse a una réplica de una escoba para disfrutar del viaje. Chaos at Hogwarts, por su parte, requiere que levanten una mochila a la que está atado el casco.
Ambos han sido creados por WarnerMedia. La compañía se asoció con los equipos creativos del proveedor de software interactivo Wevr y la productora cinematográfica Keylight. Tampoco ha faltado la colaboración de la empresa de tecnología de realidad virtual Dreamscape Immersive, que cuenta con Steven Spielberg entre sus inversores.
