En un momento en el que la relación entre las marcas y sus clientes es cada vez más digital, los emprendedores deben ser capaces de empatizar con el cliente en un entorno que, a priori, puede resultar bastante frío.
Los consumidores se han acostumbrado a usar las redes sociales o los chatbots para exponer dudas, sugerencias, etc. Esto supone una gran fuente de información para los negocios, pero no siempre satisface del todo a los consumidores.