Tendencias que «Prada» es capaz de provocar con emociones en sentidos opuestos

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Tres tendencias que vuelven según el desfile de Prada primavera verano 2024

Los flecos y las hombreras marcadas combinados en superposiciones es la manera que tiene la casa italiana de actualizar hoy su habitual juego de contrastes


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Lo que fascina se enmarca en un contexto que siempre deja esa sensación de inquietud constante. En su propia Fondazione en Milán, la casa italiana ha presentado una colección de primavera verano que se ha paseado entre cortinas de slime cayendo del techo, tras los primeros acordes del tema Prelude/Nightmare de Vertigo. Miuccia Prada y Raf Simons (que han saludado al final junto a Fabio Zambernardi, director de diseño de la casa) plantean una temporada de muchos contrastes, especialmente a nivel de silueta. Lo rígido contrasta con el movimiento, lo masculino con lo femenino, los grisáceo con lo neón. En ese juego de dicotomías tan propio de la casa, Prada pone en relieve varias de las tendencias que han asomado en el resto de pasarelas anteriores.

Hombreras muy marcadas
Si imperan los patrones oversize de cara al año que viene, en Prada toman proporciones mastodónticas, especialmente a la altura del torso. Se llevan, y mucho, las hombreras de quaterback en toda prenda que se nos ocurra. La firma propone una figura trapezoidal que desdibuja los hombros a través de chaquetas de sastrería y parkas muy, muy armadas. En contraposición, se combinan con cinturas entalladas, microshorts, bragas, faldas lápiz, la manera de compensar tanto volumen visual. En 2024, el power dressing que propone la casa se concibe así: la figura afilada de las mujeres de los 80 con la sensualidad absoluta de las mujeres de los 2000. Combinar estos looks con medias de ejecutivo y zapatos masculinos es la forma que tienen Miuccia y Raf de hacer ese guiño a la época de Armas de mujer, pero traída al s. XXI. No hay tacones, sino zapatos de cordones con suela track o a lo sumo, unos mules satinados en colores vivos o unos mary-janes destalonados, sello de Prada.

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Flecos
Es la contrapartida de la tendencia anteriormente mencionada: si Prada equilibra lo maxi con lo micro, también compensa la rigidez de las estructuras de su patronaje a través de detalles que añaden movimiento a los looks. En ese sentido, no hay ningún elemento como los flecos para aportar ese dinamismo. En su primavera verano 2024 los flecos, vistos en otras pasarelas como Nueva York o Londres, invaden los bajos de los vestidos, que se deshilachan desde la rodilla hasta casi el inicio del muslo. O son el punto de partida de faldas que dejan entrever por debajo los hot pants y las bragas que tanto están triunfando este otoño 2023. De forma menos literal, Prada concibe unos favorecedores vestidos con cuello caja y sin mangas que incorporan unas bandas de tejido transparente, tipo gasa, para un toque etéreo. Sus tonos pastel contrastan con la viveza de salones satinados en rojo, verde lima o fucsia.

Juego de superposiciones
El ejercicio de estilismo de cara a la temporada que viene no es precisamente minimalista. O al menos, en los términos de Prada: su propuesta pasa por construir un conjunto a base de capas y capas. Unas son más sencillas, como el vestido bajo chaleco multibolsillos de cuero que ha llevado Liu Wen con unos stilettos en color negro. Las otras opciones pasan por echarse un pañuelo a los hombros, ya sea de strass o con estampado floral, en colores oscuros. Aquí más es más: los micropantalones/bragas de sastrería se llevan por encima de la chaqueta, ajustadas con cinturón, pero por debajo de faldas transparentes de color burdeos. El cárdigan, que este otoño cobra especial protagonismo, también encuentra su hueco en la primavera verano 2024 de Prada superponiéndose a polos que se llevan abotonados hasta arriba. El layering llevado al extremo pasa por enfundarse una suerte de falda de flecos metalizada sobre unos pantalones cortos y no uno, sino dos cinturones para realzar la figura. Un pañuelo o una diadema negra es la sutil manera de Prada de poner el broche a una propuesta rotunda que se aleja de la estética de los años 50 de su desfile anterior. Entallar vs. añadir volumen: el objetivo es el mismo que en otoño. El camino para lograrlo, completamente distinto.

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