¿Vulnerabilidad de Pagos Electrónicos Emergente?

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La caída reciente de la red de pagos española Redsys, que gestiona unos 45 millones de transacciones al mes, ha puesto de manifiesto la fragilidad potencial de los sistemas de pagos electrónicos. A pesar de ser un incidente temporal, la interrupción de estos sistemas es crucial, ya que puede paralizar el desarrollo normal de los flujos comerciales en una economía.

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Funcionamiento de los Pagos Electrónicos:

Las transacciones electrónicas involucran a varios actores: el comprador, su banco, el comerciante, su banco, las plataformas de pago y las redes de tarjetas (como Visa y Mastercard). Estas entidades colaboran para autorizar y completar las transacciones. La caída de un componente, como la plataforma de pagos Redsys, puede afectar toda la cadena y destacar la relevancia de estas pasarelas.

Fragilidad Potencial:

Aunque los pagos digitales se han vuelto la norma, la incapacidad de procesar estas transacciones puede afectar las operaciones comerciales, disminuir las ventas y complicar las operaciones financieras y contables de las empresas. A nivel macroeconómico, una caída prolongada en la red de pagos digitales puede socavar el funcionamiento normal de la economía.

Riesgos Operativos en una Sociedad Digitalizada:

Aunque las interrupciones son excepcionales, los riesgos operativos son inevitables en una sociedad que depende cada vez más de los pagos digitales. Una caída en estos sistemas puede tener consecuencias significativas, afectando no solo a los comercios y consumidores, sino también al funcionamiento general de la economía.

¿El Euro Digital como Solución?

El Banco Central Europeo (BCE) está explorando el lanzamiento del euro digital, en parte, para permitir pagos sin conexión (offline). La capacidad de realizar transacciones incluso durante una caída de la red es una consideración clave. Algunos bancos centrales ya han implementado monedas digitales operativas con esta capacidad.

En resumen, la reciente interrupción destaca el papel crucial de las empresas procesadoras de pagos y la potencial vulnerabilidad de una economía completamente digitalizada. La propuesta de un euro digital que permita pagos sin conexión podría ser una medida para mitigar estos riesgos y garantizar la continuidad de las transacciones incluso en situaciones excepcionales.

Esta nota apareció primero en El Economista

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