BonÀrea Corporación, el grupo agroalimentario español, ha anunciado que invertirá 110 millones de euros este año en la expansión y fortalecimiento de su negocio. La empresa se centrará en el centro alimentario de Guissona (Lleida) y en su nueva nave logística en Aragón. Además, destinará el 26% de su beneficio neto, unos 18 millones de euros, al pago del dividendo.
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La Junta General de Accionistas de BonÀrea Corporación aprobó las cuentas de 2022, que reflejaron un beneficio neto de 69,36 millones de euros, un 6% más que en 2021, y unos ingresos de 2.822 millones de euros, un 25% más que el año anterior. La Junta también aprobó el informe de gestión presentado por el presidente, Jaume Alsina, y el consejero delegado, Ramon Alsina.
El dividendo se incrementará un 5% en relación a 2021, alcanzando los 21 euros por acción y representando el 26% del resultado neto del ejercicio, hasta los 18 millones de euros. Los accionistas pueden elegir entre cobrar en efectivo el dividendo o recibir nuevas acciones mediante una operación de ampliación de capital.
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Entre las inversiones planificadas para 2022, la dirección de la empresa especificó que se destinarán 40 millones de euros para abrir 24 nuevas tiendas y ampliar 19, así como para agregar 30 nuevas referencias de productos de alimentación a su catálogo y abrir 4 nuevas gasolineras, llegando a un total de 65.
Otros 20 millones de euros se destinarán al centro alimentario La Closa, en Guissona, para modernizar los procesos productivos. Finalmente, 40 millones de euros se utilizarán para construir la estructura y las instalaciones de la nave logística en el nuevo centro de Épila (Zaragoza), incluyendo las instalaciones de líquidos y frutos secos y el lavadero de bandejas.
La inversión de BonÀrea Corporación en la ampliación y modernización de sus instalaciones permitirá a la empresa mejorar la eficiencia y la productividad en sus procesos. Además, el aumento en la oferta de productos de alimentación y la expansión de sus tiendas y gasolineras contribuirán al crecimiento de la empresa y a la mejora de la calidad de vida de los consumidores. La inversión en el pago del dividendo demuestra el compromiso de la empresa con sus accionistas y con la distribución equitativa de los beneficios obtenidos.
