La adopción de los pagos digitales mediante códigos QR está experimentando un rápido crecimiento en Latinoamérica. En Argentina, según el Informe Mensual de Pagos Minoristas del Banco Central (BCRA) de octubre, el 61,6% de las transferencias se inician mediante un QR interoperable.
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En Brasil, el sistema Pix, un método de pago instantáneo, ha revolucionado el ecosistema de pagos y ya cuenta con más de 150 millones de usuarios, según datos del Banco Central de dicho país.
«El crecimiento exponencial del código QR como medio de pago digital invita a cambiar el mindset en muy poco tiempo», explica Martín Malievac, director de Investigación y Desarrollo de Napse.
Los menores costos por transacción, la facilidad de uso y la inmediatez en las operaciones de transferencia destacan las ventajas de estas herramientas frente a otras modalidades de pago.
El éxito de los factores impulsando el pago con código QR se complementa con otras funcionalidades que hacen de esta tecnología una herramienta versátil para el crecimiento empresarial. Los códigos pueden contener promociones personalizadas, descuentos inmediatos, propuestas de ventas cruzadas y otras alternativas que aceleren o mejoren la conversión.
La versatilidad del código QR no se limita al ámbito digital, ya que puede utilizarse tanto en canales online como en tiendas físicas. Esto contribuye al desarrollo de una verdadera omnicanalidad, lo que lleva a los minoristas a considerar el código QR en sus estrategias de comercio electrónico.
La adopción de modelos de comercio unificado centrados en el cliente, que contemplan todas las necesidades de los usuarios para brindar la mejor experiencia posible en una única plataforma, facilita la integración no solo del QR, sino también de cualquier otra tecnología emergente que pueda impactar positivamente en el negocio.
En este sentido, «los minoristas deben avanzar hacia estrategias de comercio electrónico basadas en plataformas flexibles, sencillas y unificadas para capitalizar cualquier oportunidad emergente, incluso las más disruptivas», concluyó Malievac.
Esta nota apareció primero en A24
