Hace apenas tres meses, la central de compras suiza Intersport anunciaba unas previsiones bastante pesimistas para este año. La compañía, que cerró el primer semestre con un retroceso del 20% tras el cierre de la mayoría de sus tiendas, señalaba que 2020 podía cerrarse con una caída de entre el 12% y el 15%. Ahora, tras algunos meses con las tiendas operando con relativa normalidad, la central ha rebajado sus pronósticos y aventura un retroceso de “solo” un 8% o 9%.
Este cambio en las previsiones para este año se debe, sobre todo, al buen comportamiento que han tenido algunos mercados tras la reapertura (y, especialmente, diciplinas como el outdoor, el running o el ciclismo) y, también, al crecimiento del comercio online desde el inicio de la pandemia.
Entre los mercados más “difíciles”, la compañía ha puesto el foco en España y Italia, dos mercados donde el sportwear, una categoría estancada, tiene mucho peso.
