Bella Hadid sabrá de zapatillas Adidas, Marta Ortega será una experta en botas de montar y Sienna Miller se habrá revelado como la mayor coleccionista de vaqueros normcore del mundo, pero nadie tiene más abrigos de vestir que Jennifer Lopez. Y no solo son muchos, es que además son preciosos, calentitos (por tanto, útiles) y tendencia.
Si en cuanto empiezan a caer las primeras hojas de los árboles solo queremos vestir como las chicas Gilmore en el otoño infinito de Stars Hollow, a medida que se aproxima el invierno, solo soñamos con que nuestro armario se parezca un poquito más al de J.Lo cuyo interior –queremos creer– alberga la puerta al Narnia de las tendencias invernales. El peluchón yeti, el anorak de nieve o el abrigo de paño. Si tu presupuesto lo permite, no lo dudes, hazte con todos. Si solo estás pensando en invertir en un abrigo esta temporada, que sea uno de estos.
Hay muy pocas cosas que se salvan en Marry me y Maluma no es una de ellas. La película con la que Jennifer Lopez regresaba a la comedia romántica este mismo año recuperaba algunos elementos que fueron clave en el éxito de algunos de sus mayores taquillazos allá por los primeros dosmiles. De Planes de boda o La madre del novio rescataba la trama nupcial. Y de Sucedió en Manhattan, el compañero inverosímil (en serio, ¿Ralph Fiennes? ¿Owen Wilson?) así como un elegante abrigo blanco con un protagonismo inesperado. Que no es que la prenda en cuestión desempeñe ningún papel activo en la trama –tampoco es que sean zapatos de Cenicienta–, más bien que su imagen en la pantalla perdura en nuestra memoria más allá de los títulos de crédito. Algo que no puede decirse de los diálogos y, a veces, ni siquiera del argumento.
El abrigo blanco elegante de Jennifer Lopez en sus mejores películas está a la altura del de Anne Hathaway en El diablo viste de Prada, del abrigo de pelo de Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, incluso el de Gwyneth Paltrow en Los Tenenbaums. Es el tipo de abrigo que, como las mejores comedias románticas, vuelve a casa todos los años por Navidad porque sienta de cine. Es la piedra angular sobre la que debería edificarse cualquier armario cápsula y, desde luego, una colección de abrigos como la de Jennifer Lopez en la que no deberían faltar el de batalla (o de diario), el de salir, el de ir a trabajar, de paseo…
En enero de 2023, la cantante estrena Bodas de plomo, otra rom com susceptible de reunir los mismos ingredientes de su particular fórmula de la Coca Cola. Por supuesto, la trama nupcial y, con suerte, algún abrigo blanco extremadamente elegante sobre el que recaiga toda la atención que difícilmente se llevará la relación con su co-protagonista, Josh Duhamel.
Después de todo, nadie sabe tanto de superventas de invierno, ya sean películas o abrigos, como Jennifer Lopez.
Jennifer Lopez y los 7 abrigos más elegantes de las tendencias
La parka con capucha
Una chaqueta acolchada con pelito en la capucha con un aspecto tan lujoso como unas vacaciones de ski en Suiza. Incluso con chándal.
La parka con capucha
De Vero Moda.
El abrigo de lana con cinturón
El abrigo de lana con cinturón
En tonos pastel como el amarillo o el azul o el beis, resulta tres veces más elegante que un abrigo de paño negro.
El abrigo de lana con cinturón
El abrigo efecto cuero marrón
Que el resto del mundo agote la gabardina Matrix, porque la levita en color marrón de Planes de boda es más original, más elegante y más tendencia.
El abrigo efecto cuero marrón
De Bershka.
El abrigo de paño entallado
Nunca un abrigo fue tan vestido. Cuando además refuerza la silueta reloj de arena con un cinturón, recuerda a los diseños ladylike de los años 50.
El abrigo de paño entallado
De Bouret.
El abrigo batín
Se cierra con cinturón como un albornoz y proporciona la misma sensación de seguridad, calor y confort.
El abrigo batín
De Shrimps
El abrigo boho
De punto o efecto piel son los flecos que llevaba en su cinematográfico abrigo Penny Lane los que recuerdan a los años 70’s. Llévalo con botas altas y faldas largas.
El abrigo boho
De H&M.
El abrigo que no se cierra
A medio camino entre un abrigo de paño y un kimono consigue que hasta un chándal parezca y elegante y eso que también puede pasar por bata de estar por casa.
El abrigo que no se cierra
De María de la Orden.