Las Nike Air Force 1 que cambian de color por la luz del sol

Las Nike Air Force 1 que cambian de color por la luz del sol son las zapatillas más veraniegas de la historia. Se ponen a la venta esta semana.

Las Nike Air Force 1 White and Multicolor son las zapatillas más veraniegas que has visto en tu vida. No solo por su color blanco, el más adecuado para cuando las temperaturas suben, sino por su increíble efecto especial: su superficie cambia de color según le da la luz del sol.

¿Cómo es posible que las zapatillas cambien de color? El truco no es nuevo. Nike ha patentado unos paneles reactivos a la radiación ultravioleta que cambian de color según la intensidad del sol y ha incluido esta tecnología en multitud de zapatillas.


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En el caso concreto de las Nike Air Force 1 White and Multicolor, las pieles blancas envejecidas se inclinan por lo tradicional, mientras que la unidad de cordones, el forro y otros elementos similares siguen una moderación similar. Sólo la suela y la suela interior aportan algún tipo de color y se visten de un refrescante color limón. Una vez que se aplican directamente los rayos UV, el Swoosh y la lengüeta del talón adoptan el tono amarillo que se puede apreciar en la suela.

La historia de las Nike Air Force 1 comienza oficialmente en 1982. Es a Bruce Kilgore a quien debemos su icónico diseño concebido inicialmente para la práctica del baloncesto.

Hay que saber que en aquella época, Nike sólo tenía ojos para la NBA, entonces dominada por su gran rival alemán adidas. Para conseguir (por fin) conquistar las competiciones de baloncesto más prestigiosas, recurrió entonces a Bruce Kilgore con la esperanza de que consiguiera dar forma a unas zapatillas capaces de superar las referencias de sus competidoras, empezando por las estampadas con las 3 bandas.

La idea de explotar la tecnología Nike Air germinó inmediatamente en la mente de Kilgore. Y lo menos que podemos decir es que la inserción en la zapatilla del sistema de amortiguación, hoy famoso, marcó la diferencia. Permitió a estrellas como Moses Malone ganar rendimiento para instalarse en lo más alto, dando pleno sentido a la denominación Air Force 1 «tomada prestada» del avión presidencial estadounidense.

Pero, a diferencia de Tinker Hatfield y sus Air Max 1 unos años más tarde, Bruce Kilgore decidió ocultar el aire en la suela de sus zapatillas. En cuanto a los materiales, la elección del cuero fue casi impuesta, para permanecer en consonancia con las normas técnicas y estilísticas de los años ochenta.

Gracias a su eficaz amortiguación y a su estilo tan sencillo como es, el que comúnmente se apoda AF-1 fue inmediatamente unánime. Pero no fue suficiente para el proveedor de equipamiento. Para sentar la notoriedad de la silueta sobre los parqués, la firma de Beaverton llevó a cabo una campaña de comunicación en la que puso en escena a 6 jugadores antaño consagrados, en este caso Michael Cooper, Bobby Jones, Calvin Natt, Mychal Thompson, Jamal Wilkies y el imprescindible Moses Malone.

Todos iban vestidos con una combinación aeronáutica y posaban orgullosos en primer plano… Un avión, por supuesto. Air Force 1 tomó entonces otra dimensión, internacional, pero también y sobre todo de estilo de vida. Deseosos de imitar a sus ídolos, los jugadores aficionados adoptaron masivamente el modelo, lo que facilitó enormemente su paso de la tierra a la calle pasando por el patio de recreo, sobre todo del lado de Filadelfia.

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En 1984, apenas dos años después de su lanzamiento, Nike decidió retirar las AF-1 del mercado para hacer sitio a su sustituto. Como se puede sospechar, la decisión provocó la indignación de sus ya numerosos fans, y revendedores. Tanto es así, que algunos de ellos se han movilizado para presionar al proveedor de la equipación, para que sea máquina de retaguardia. Es el caso de 3 tiendas especializadas de Baltimore, apodadas «Los Tres Amigos».

Charley Rudo, Downtown Locker Room y Cinderella Shoes convencieron a Nike para que relanzara la producción y comercialización de la zapatilla de baloncesto en 1986, tras haber vendido los pocos miles de ejemplares que se les habían confiado, a modo de prueba. Paralelamente, los amantes de las zapatillas en busca de nuevos colores empezaron a personalizar sus viejos pares, creando una especie de fenómeno precursor de las Custom Sneakers.

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