Lowa, el especialista alemán en calzado outdoor, tiene mucho que celebrar este año: además del centenario de la empresa, que se celebró a finales de agosto en un lugar alpino con varios miles de consumidores, la empresa histórica también puede presentar excelentes resultados financieros y una perspectiva positiva.
Cien años es mucho tiempo para una empresa y no todo ha sido siempre color de rosa. Lowa ha pasado por muchas crisis y estuvo al borde de la quiebra, por ejemplo cuando la empresa fue vendida en 1992 al grupo italiano Tecnica, entre cuyas marcas de esquí se encuentran Nordica y las famosas Moonboots. Desde entonces, Lowa abandonó la producción propia de botas de esquí y se centró exclusivamente en botas de montaña.
Crecimiento constante durante más de 30 años
«Durante los últimos 30 años hemos experimentado un crecimiento casi continuo», afirma el director ejecutivo Alexander Nicolai, que desde 2019 dirige la fortuna de la empresa junto con el veterano y socio de Lowa, Werner Riethmann. «En el año 2000 superamos la marca del millón en número de pares de zapatos vendidos por primera vez y desde 2021 hemos superado los tres millones de pares”, añadió Nicolai. Para el año del aniversario, espera que Lowa venda alrededor de 3,5 millones de pares de zapatos.
Este crecimiento también se refleja en las cifras de ventas: el grupo Lowa, incluidas sus filiales en Austria y Suiza, registró en 2022 otro año récord, generando unas ventas de 235,7 millones de euros. En 2021, fueron 229,3 millones de euros y un aumento de la facturación del 23 por ciento. En 2023, Nicolai quiere alcanzar una facturación de unos 265 millones de euros, por lo que el próximo récord ya está a la vista.
Reto por delante: ampliar la capacidad
El auge de las actividades al aire libre ha estimulado un crecimiento que ha sido fuerte durante años y recientemente fue impulsado por la pandemia. Aunque al principio las ventas de Lowa cayeron, después aumentaron aún más rápidamente. En particular, el segmento del calzado multifuncional, en el que Lowa se centró desde el principio, se desarrolló muy bien.
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Sin embargo, el crecimiento actual se basa menos en la demanda que en la propia capacidad de producción de la empresa, ya que el volumen de ventas y el número de zapatos producidos podrían haber sido incluso mayores. «Podríamos haber recibido aún más pedidos, pero por el momento hemos alcanzado la capacidad». Esto se ha demostrado en los últimos años, por lo que la empresa, que todavía fabrica parcialmente sus botas de montaña en su sede de Jetzendorf, ha invertido repetidamente en ampliar su capacidad. En 2019, por ejemplo, la adquisición de su antiguo socio de producción italiano, Riko Sport, incluyó una planta de producción en Eslovaquia y la optimización de los procesos allí mediante la compra de nuevas máquinas.
Aprovechar nuevos segmentos y grupos objetivo más jóvenes
Con el auge del outdoor, el grupo objetivo ha cambiado. “El aire libre se ha vuelto más amplio desde la pandemia”, dijo Nicolai, “y estos nuevos consumidores hoy buscan productos diferentes. Especialmente los jóvenes recién llegados al aire libre están acostumbrados a la comodidad de las zapatillas de deporte y tienen dificultades con los tradicionales y resistentes zapatos de montaña». La empresa también quiere avanzar en el ámbito del diseño, por lo que también ha aumentado el número de empleados. en el departamento de diseño.
Lowa también se aventura en un nuevo segmento: el trail running. «El trail running es la categoría de más rápido crecimiento en el mercado», afirmó Nicolai. «Aquí hemos aplicado todas las características que hemos aprendido de los deportes de montaña y las hemos incorporado en un nuevo producto que atrae a un grupo objetivo nuevo y más joven». Los mercados clave para esto son la región DACH, EE. UU. y distribuidores seleccionados que se ajustan a este grupo objetivo.
Sin embargo, estas medidas no significan que Lowa haya olvidado sus raíces. Los verdaderos clásicos de Lowa, como el zapato ‘Renegade’, que se produce desde hace décadas y que por sí solo representa entre el 25 y el 30 por ciento de los pares vendidos, seguirán, por supuesto, formando parte de la gama. «Los zapatos de cuero son estables», según Nicolai, «pero el crecimiento proviene de modelos nuevos y más ligeros».
También es nueva la colaboración con Hohenstein y la Fundación Fair Wear: en abril de 2023, el modelo Lowa Lady Light Gtx se convirtió en el primer zapato en obtener la certificación Oeko-Tex Leather Standard del Instituto Hohenstein. Lowa también es miembro de la Fundación Fair Wear desde 2023. «La sostenibilidad siempre ha desempeñado un papel importante para nosotros», dijo Nicolai, «pero ahora, por primera vez, incorporaremos nuestros objetivos en una estrategia de sostenibilidad». Esto se presentará a finales de este año.
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