Ha sido un tercer trimestre interesante en el ámbito de la moda de lujo. Las dinámicas de poder están cambiando a medida que la demanda mundial de artículos de lujo está disminuyendo y cambiando.
La industria del lujo está cambiando su atención hacia los ultrarricos a medida que la clase media recorta su gasto, dijo el Washington Post en un comentario esta semana. Kering , propietario de Gucci , informó una caída del 13 por ciento en las ventas del tercer trimestre, y su marca estrella Gucci experimentó una caída del 14 por ciento. Sin embargo, marcas como Hermes y Brunello Cucinelli están prosperando.
Esto se atribuye a las diferencias en las bases de clientes: los ricos reducen la confianza en el gasto, mientras que los ricos continúan gastando, dijo el Washington Post. Kering, particularmente Gucci, anteriormente apuntaba a consumidores más jóvenes y vanguardistas que ahora se ven afectados por la inflación, lo que provocó un cambio hacia compradores de primer nivel, a pesar de los desafíos a corto plazo. A medida que el lujo tranquilo se vuelve más omnipresente, las marcas están ajustando sus estrategias y oferta de productos para atender a más personas de alto patrimonio neto (HNWI).
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Mientras Kering continúa con la reinvención de Gucci, los inversores se han mostrado escépticos, y las acciones del grupo han caído aproximadamente un 17 por ciento este año. Kering debe aspirar a una imagen de lujo más tradicional para cerrar la brecha de valoración con competidores como LVMH.
Será interesante ver los resultados de Prada, ya que la empresa milanesa registró un crecimiento de las ventas minoristas del 21 por ciento en el primer semestre de 2023.
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