El último objeto de belleza de Chanel: una barra de labios. Mucho encanto, una paleta de colores icónica y un toque de inconformismo. El estilo atemporal y vanguardista de la maison Chanel inspira una historia de belleza diferente.
Gabrielle Chanel nunca dejará de fascinarnos por más que pasen los años. Con su visión audaz, la creadora revolucionó los gestos de belleza y marcó el rumbo de un inédito lujo más auténtico y puro. Ahora, 31 Le Rouge, el último objeto de belleza de la maison, sigue la estela de su inconfundible legado.
Más que una barra de labios, lo nuevo de Chanel es una pieza de arte en la que confluyen el patrimonio y el dominio del color de la firma. Desde su estuche de vidrio hasta los 12 tonos inspirados en la herencia única de la casa, todo en este labial resulta extraordinario. Cada uno de los colores, desde Rouge 2.55 a Rouge Beige revela una pasión de la icónica diseñadora, convirtiéndose como el Nº5 o el traje de tweed, en clásicos ajenos a modas efímeras.
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Su fórmula, elaborada con aceite infusionado de gardenia y ésteres de camelia, entre otros activos, tiene un alto poder hidratante, alisante, protector, reafirmante y reestructurante. Pero aún hay más, este héroe del tocador guarda otro misterio: su delicado aroma. Una estela desarrollada por Olivier Polge, perfumista-creador de Chanel en colaboración con el laboratorio de fragancias de la enseña.
Le Rouge es la quintaesencia de los valores de la maison y ha llegado para quedarse. De aquí a la eternidad, como Gabrielle Chanel.
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