PRUEBA: Nissan Juke Hybrid N-Design

Según publica el portal periodismodelmotor.com

La versión híbrida del superventas de Nissan.


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El Nissan Juke Hybrid N-Design de la prueba es un vehículo que aúna dos conceptos muy interesantes. Porque combina las bondades ya conocidas de la segunda generación del popular crossover de Nissan con un eficiente y solvente sistema de propulsión híbrido con el que presume de etiqueta medioambiental ECO. Un motor (o motores, mejor dicho) que destacan por ofrecer una gran suavidad de uso, una respuesta muy lineal y por lograr unos consumos de combustible contenidos.

Conviene recordar que el Nissan Juke original se convirtió en el momento de su lanzamiento en 2010 en el pionero del segmento B-SUV. Y durante años lo dominó por completo mientras otras marcas se aventuraban poco a poco a lanzar sus propios modelos. En la actualidad, este Juke Hybrid se tiene que enfrentar a más de una treintena de rivales diferentes y para ello sigue apostando por las características que tanto gustaron de su predecesor, aunque convenientemente actualizadas.

VÍDEO: EL NISSAN LEAF SE ENFRENTA A UN CAZA EN UNA CARRERA DE ACELERACIÓN

Con semejante oferta de candidatos en el segmento de los todocaminos o crossover pequeños, es fácil sentirse abrumado o incluso perdido. Por eso en esta prueba del Juke Hybrid N-Design quiero ayudarte a conocer cuáles son las virtudes de este candidato y contarte qué aspectos no me han convencido.

¿Por qué elegir el Nissan Juke Hybrid N-Design?

El diseño sigue siendo el principal factor de decisión de compra de los que optan por un Juke. Y aunque el gusto por la estética de un coche es algo totalmente subjetivo, he de reconocer que esta segunda generación me parece mucho más agraciada, especialmente con los detalles específicos de la versión híbrida asociada al acabado N-Design. Elementos que en muchos casos tienen una función práctica y no son meros ornamentos decorativos.

Por ejemplo, la parrilla delantera estrena un nuevo diseño que persigue mejorar la eficiencia aerodinámica y por ende, ayudar a reducir el consumo de combustible. Este mismo fin tienen elementos como las trampillas de la parte inferior del paragolpes, que se abren o cierran automáticamente en función de las necesidades de refrigeración; o las llantas de aleación de 19” del Juke Hybrid N-Design, que derivan de las que equipa el Nissan Ariya (prueba).

Hay otros muchos cambios que a simple vista no se aprecian pero que afectan positivamente a la reducción del consumo de gasolina y de las emisiones: el alerón que monta sobre el portón del maletero está más perfilado, hay modificaciones en la parte inferior del parachoques delantero, nuevos deflectores de viento en las ruedas delanteras… Con todo esto y según Nissan, se ha logrado reducir en dos gramos las emisiones de CO2 por cada 100 kilómetros.

La personalización también juega un papel importante entre los motivos que propician la decisión de compra y en eso el Juke también destaca. Porque la firma japonesa ofrece un total de 10 colores para la carrocería en la gama, que además se pueden combinar en muchos casos con tres acabados diferentes para el techo y los retrovisores para crear así una paleta realmente extensa. Y a eso hay que sumar las tres terminaciones disponibles para el Juke Hybrid: el de acceso, llamado N-Connecta, el intermedio -el que nos ocupa-, denominado N-Design, y el tope de gama, el Tekna.

Un interior atractivo y funcional

Tras haber tenido la oportunidad de subir a bordo de muchos de sus competidores, lo primero que me ha llamado la atención al entrar en el habitáculo de este Nissan Juke Hybrid N-Design es la buena relación que tiene entre calidad percibida y diseño. Presenta un interior con un aspecto que resulta atractivo o cuanto menos, llamativo. Y al mismo tiempo, transmite la sensación de estar muy bien realizado no solo por la solidez general de todos los elementos que tienes al alcance de la mano, también por la elección de materiales.

Los asientos deportivos resultan muy agraciados a nivel visual y ofrecen un buen nivel de sujeción. Además, son cómodos incluso en desplazamientos largos. El Nissan Juke Hybrid N-Design que he probado equipa el sistema de sonido opcional Bose Personal Plus, que añade unos altavoces adicionales a la altura de los reposacabezas delanteros (dos por asiento) y que también aportan su granito de arena a ese look tecnológico.

Al igual que la iluminación ambiental, que suma líneas de luz en las puertas o en el contorno del mando para manejar la caja de cambios. Donde podría mejorar es en el apartado multimedia, pues aunque su pantalla de 8” tiene un funcionamiento aceptable, su diseño está un tanto desfasado frente a muchos de sus rivales y no tiene una resolución destacable.

Esto último se nota y mucho cuando se muestran las imágenes captadas por las cámaras exteriores de visión 360. Y lo mismo se puede decir del cuadro de instrumentos, que combina elementos analógicos con una pantalla de 7” en su parte central. Las de sus hermanos mayores, como el X-Trail, es mucho mejor tanto en lo referente al cuadro como a la pantalla central. Pero no todo es malo: el sistema de información y entretenimiento es compatible tanto con Android Auto como con CarPlay de Apple y el ordenador de abordo ofrece mucha información.

Las plazas traseras han mejorado en habitabilidad con respecto a la primera generación. Son adecuadas para que dos personas grandes viajen con comodidad, aunque tres usuarios irán apretados -cuenta con dos anclajes para sistemas de retención infantil en los asientos exteriores-. El maletero, con 354 litros, es más pequeño que los Juke con motores térmicos convencionales, que ofrecen 422 litros, porque la batería del sistema híbrido se ubica debajo del piso restando algo de capacidad.

Un sistema híbrido agradable y eficiente

Uno de los puntos estrella de este Juke es su sistema de propulsión híbrido. Es el mismo que emplean algunos modelos de Renault y combina un bloque de combustión interna atmosférico de gasolina con 1.6 litros y cuatro cilindros con dos motores eléctricos. El propulsor térmico produce por sí solo una potencia de 94 CV a 5.600 vueltas y un par motor de 148 Nm a 3.600 revoluciones.

Esta mecánica se pone en marcha empleando un motor eléctrico de 15 kW (20 CV), que también se usa como generador o para igualar la velocidad de giro del cigüeñal a la de los engranajes de la transmisión. Porque el Nissan Juke Hybrid N-Design de la prueba tiene una caja de cambios automática con cuatro velocidades que tiene una gran particularidad: carece de embragues y de sincronizadores con el objetivo de reducir la fricción.

Esto impide que el coche pueda salir desde parado impulsado por el motor de gasolina (que sí puede estar arrancado, pero para generar energía no para mover el coche). Esta operación siempre la realiza el segundo motor eléctrico, que tiene una potencia de 36 kW (49 CV) y un par de 205 Nm. Una máquina que puede impulsar el vehículo por sí sola hasta velocidades de 55 km/h, momento a partir del cual entra en acción el bloque de gasolina.

Puede que esos 49 CV no parezcan muchos, pero lo importante en este caso son los 205 Nm, que permiten que la aceleración sea más que suficiente y sobre todo, silenciosa. La respuesta del conjunto a bajas velocidades me parece más lograda que la del Toyota Yaris Cross (prueba) o C-HR (prueba), en parte porque el Juke inicia sí o sí la marcha solo con su motor eléctrico. Aunque esta sensación cambia cuando demandamos la máxima capacidad de aceleración.

Porque mientras que en los modelos de Toyota no se percibe interrupción alguna en la entrega de potencia, en el Nissan sí -cuando se produce el cambio de una marcha a otra-. No es algo determinante, pues no es una situación que se produzca con frecuencia (la de acelerar a fondo), pero hay que decirlo. Tanto los Toyota como este Nissan son ruidosos en este escenario.

Otro aspecto que me ha gustado más del Juke Hybrid es el llamado e-Pedal Step, que hereda del Nissan Leaf. Se activa pulsando un botón ubicado entre los asientos delanteros y permite que cuando levantes el pie del acelerador el sistema regenere energía con más intensidad que cuando no está activo. Tanto es así que produce hasta 0,15 g de desaceleración y activa las luces de freno, permitiendo que casi podamos conducir el coche en entornos urbanos sin tener que recurrir al pedal del freno.

En cuanto a la batería, que está ubicada debajo del maletero, decir que se trata una unidad de iones de litio con una capacidad bruta de 1,2 kWh (0,85 kWh netos). El estado de carga de esta se puede visualizar a través de un dial analógico específico situado en la parte inferior izquierda del cuadro de mandos o bien, a través del ordenador de a bordo.

Nissan homologa un gasto medio combinado para el Juke Hybrid de 5 l/100km, un dato que es fácil mejorar en entornos urbanos. Porque moviéndote por ciudad te darás cuenta de que el motor térmico casi no se pone en marcha. Una sensación que se ve reafirmada por la información proporcionada por Nissan, que indica que en este tipo de situación es posible ir en modo eléctrico hasta en un 80% del recorrido.

Cuando sales de la ciudad y te adentras en vías rápidas, el consumo sube sensiblemente, pero no he visto en ningún caso cifras superiores a los 6,2 l/100km. El comportamiento dinámico, más allá de las particularidades de su sistema híbrido, también me ha gustado. Es un coche que se siente ágil, pues cambia de dirección con facilidad y transmite mucha seguridad al conductor. Las suspensiones contienen bien los balanceos de la carrocería y al mismo tiempo, filtran con solvencia las irregularidades de la calzada.

Conclusión de la prueba del Nissan Juke Hybrid N-Design

Este crossover tiene una serie de puntos a su favor que son muy claros, como su diseño exterior e interior, la calidad que transmite su habitáculo, su agilidad, la suavidad de funcionamiento de su sistema de propulsión o su eficiencia. Los aspectos que tiene en contra tienen que ver fundamentalmente con su sistema multimedia o su cuadro de mandos, que están por detrás de lo que ofrecen otros competidores.

El precio de este Juke Hybrid N-Design parte de 32.450 euros, es decir, es algo más de 3.000 euros más caro que un Juke equivalente con motor de gasolina de 114 CV y cambio automático. Una diferencia abultada que se justifica en la mayor potencia y eficiencia del híbrido, en sus superiores prestaciones y en el hecho de que pueda lucir la etiqueta ECO en su parabrisas.

Ficha técnica Nissan Juke Hybrid N-Design
Motor Cilindrada 1.598 cc
Cilindros 4 en línea
Potencia máxima Motor de combustión: 94 CV
a 5.600 rpm
Motor eléctrico 1: 49 CV
Motor eléctrico 2: 20 CV
Combinada: 143 CV
Par máximo Motor de combustión: 148 Nm
a 3.600 rpm
Motor eléctrico 1: 205 Nm
Motor eléctrico 2: 50 Nm
Combinado: Nd.
Alimentación Tipo Inyección indirecta
Transmisión Caja de Cambios Automática, pares de engranajes con 4 velocidades
Tracción Delantera
Suspensión Delantera McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Trasera Rueda tirada con elemento torsional
Resorte helicoidal
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos ventilados
Dimensiones Longitud 4.210 mm
Anchura 1.800 mm
Altura 1.595 mm
Distancia entre ejes 2.636 mm
Maletero Volumen 354 – 1.237 litros
Peso Peso 1.400 kg
Prestaciones Velocidad máxima 166 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 10,1 seg
Consumo Combinado 5 l/100 km
Velocidad baja 4,9 l/100 km
Velocidad media 4,4 l/100 km
Velocidad alta 4,5 l/100 km
Velocidad muy alta 5,9 l/100 km
Emisiones Emisiones de CO2 114 g/km Euro 6 Etiqueta ECO
Precio Precio oficial Desde 32.450 euros
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