El Rolls-Royce de Bad Bunny al estilo Mad Max. No es que Bad Bunny tenga una colección de coches excesivamente amplia, pero el cantante hace que cada automóvil cuenta. Así, tiene en su poder un Bugatti Chiron que apareció en su videoclip ‘Ojitos lindos’ y, siguiendo en esa línea, para el de ‘Where she goes’ fue un paso más allá y ha personalizado un Rolls-Royce al más puro estilo Mad Max.
No se trata de un modelo nuevo de la marca británica, si no que es un ejemplar de Rolls-Royce Silver Shadow de la década de los 60, por lo que tiene una base clásica que choca radicalmente con el concepto de todoterreno casi postapocalíptico que presenta el resultado final.
ROLLS-ROYCE LA ROSE NOIRE DROPTAIL, INSPIRADO EN LA ROSA BLACK BACCARA FRANCESA
Las modificaciones del modelo son obra de la compañía RD, a la que hay concederle el mérito del trabajo porque ‘Benito’ pidió
que la transformación se obrara en un tiempo récord: solo tres días para poder utilizarlo en la grabación del mencionado videoclip.
La base del Rolls permanece, pero ha sido embrutecido de todas las maneras imaginables. Para empezar, la carrocería se ha elevado casi 80 milímetros gracias a una nueva suspensión específica para poder lidiar con terrenos off-road, pero también para hacer hueco a los grandes neumáticos neumáticos Repulsor M/T RX que envuelven a una llanta clásica de tamaño muy contenido.
También, para alojar semejante calzado, se han ampliado los pasos de rueda, lo que le aporta un estilo mucho más musculoso a la berlina. Además, para facilitar el acceso, se han instalado estribos laterales.
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