Según publicó Diario Gestión: El Reglamento de la Leche, directriz que establece los estándares sanitarios de los productos lácteos en Perú, fue modificado en abril del 2022.
El Reglamento de la Leche, directriz que establece los estándares sanitarios de los productos lácteos en Perú, fue modificado en abril del 2022. Desde entonces, sus nuevas disposiciones no han dejado de producir discrepancias entre la gran industria láctea y los ganaderos. Aunque ahora también se suman las asociaciones de consumidores.
Reglamento de la Leche
La principal modificación involucraba a la leche evaporada. A partir de un cambio en su definición, desde entonces no se puede llamar así a aquel producto lácteo que utilice otro insumo que no sea leche fresca para su elaboración.
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El reglamento también determina que Indecopi tiene a su cargo fiscalizar el correcto etiquetado de los productos lácteos en el mercado. A raíz de ello, la entidad reveló a Gestión que actualmente ya procesa dos denuncias contra Gloria por ello. ¿De qué tratan los casos?
Cuestión de nombres
Indecopi comunicó que, como parte de sus funciones encargadas en el reglamento lechero, han realizado fiscalizaciones sobre el mercado lácteo, incluyendo al principal actor industrial: Gloria.
“La Comisión de Protección N°2 tramita dos denuncias interpuestas por la Asociación Internacional de Consumidores y Usuarios de Seguros (Aincus) contra Gloria, Azerta Comunicación Estratégica, Supermercados Peruanos (Plaza Vea, Vivanda, Mass) y Tottus”, señalaron a Gestión.
Si bien la entidad no quiso dar mayores detalles de ambos procesos por estar en curso, este diario se comunicó con Aincus para tener mayores detalles. Uben Atoche, presidente de la asociación, precisó a este diario que sus denuncias alertan de un posible etiquetado no idóneo de dos productos de la empresa.
El primer tarro cuestionado es el clásico de color azul. Con el cambio del reglamento lácteo, Gloria dejó de rotular dicho producto como “leche evaporada” y lo empezó a distribuir como “leche reconstituida”.
Aincus cuestiona esta denominación. “No existe ese término, pero comercialmente Gloria lo ofrece. La forma correcta es producto lácteo reconstituido, así se le llama. Eso genera confusión”, afirma Atoche.
El otro producto cuyo rotulado está bajo la lupa de Aincus es el tarro amarillo, que está dirigido a niños, y Gloria lo presenta como “leche parcialmente concentrada, endulzada y enriquecida”, aunque se comercializa en lugares como Plaza Vea bajo la categoría leche evaporada.
En este caso, la asociación no critica su composición, sino los colores del tarro. “Al ser amarillo, y tener en dos milímetros pequeños debajo escritos con letra blanca y sin bordes negros, son poco legibles. La visión debe ser a simple vista, sin necesidad de acercarse más de lo necesario”, cuestiona Atoche.
Según el presidente de Aincus, este último punto ha sido rechazado por Indecopi, pero están pidiendo que se reconsidere. “Han aceptado alrededor de 12 puntos de nuestras denuncias. Cuatro han sido rechazados, considerando lo de la leche para niños. Otro no aceptado refiere a la figura de la vaca con el clavel en los tarros que indica que es leche de vaca. Estamos apelando”, indica.
Gestión buscó a Gloria para conocer si estaban al tanto de los señalamientos a los rotulados de sus tarros. En respuesta, la empresa informó conocer de la denuncia.
“Carece de sustento técnico y legal, ante lo cual, como corresponde en ejercicio de nuestros derechos constitucionales, seguiremos el debido proceso para presentar nuestros descargos. Confiamos en que las autoridades responsables resolverán de manera técnica y conforme a ley”, señalan.
Sobre el diseño de los etiquetados, Gloria precisó que se elaboran con criterios técnicos. “Cada presentación, incluyendo la lata azul, tiene un rol dentro de nuestra propuesta de valor y en beneficio de las necesidades nutricionales de nuestros consumidores, cumple con lo establecido por la regulación vigente en el país y refleja su composición basada en leche de vaca”, respondieron.
Azerta, empresa a la que Aincus acusa de diseñar las etiquetas de los tarros de Gloria, también descartó dicha responsabilidad. “Soportamos los esfuerzos de comunicación en Gloria y el relacionamiento con medios. No diseñamos etiquetados de productos, ni definimos estrategias de marketing o etiquetado”, precisaron a Gestión.
Mercado complejo
Aincus, como ya se explicó, también acusa a Gloria en Indecopi de mantener una posición de dominio en el mercado. “La punta del iceberg son los etiquetados. A partir de acuerdos entre los actores industriales, encabezados por ellos, pueden subir los precios”, acusa Atoche.
Gloria, según el mismo Indecopi en un informe del mercado al 2021, acopió el 72% de la leche fresca producida por los ganaderos nacionales en el Perú. Además, es la empresa con mayor participación en cada una de las tres cuencas principales de producción lechera del país.
Consultados sobre la acusación de Aincus, la entidad reconoció que hay discrepancias entre productores y sus proveedores, entre ellos los ganaderos.
“Estos últimos tiene una limitada capacidad de negociación, debido a que cuentan con limitadas alternativas para vender su producción. La escasez de compradores de grandes cantidades de leche estaría relacionada a las limitaciones que se enfrentan para mantener la cadena de frío, a ser la leche perecible, costos de transporte, entre otros”, indicaron mediante su área de prensa.
Indecopi precisó, sin embargo, que la industria adquiere la mitad de la producción lechera total del país, dejando el resto para productores artesanales.
“Se debe considerar que las empresas ganaderas en general mantienen esquemas de pago que pagan más a aquellos ganaderos que obtengan altos niveles de producción y de leche con una buena calidad composicional y microbiológica”, agregaron.
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