En medio del estado de emergencia, Saga Falabella despidió de forma arbitraria a trabajadoras de su call center y avisó que despediría a trabajadores de su almacén, quienes habían reclamado por falta de protección ante el COVID-19.
«Tengo una noticia no tan agradable que darte, el día de hoy, el Call Center Chile cierra sus operaciones en Saga Falabella. Por lo tanto tu relación de trabajo con la empresa se vería terminada». Con esas palabras, el jefe de Gestión Humana de Saga Falabella, Alejandro Alcócer, le comunicó por teléfono a la trabajadora R que su contrato estaba terminado.
Lo mismo ocurrió con todas las trabajadoras de Call Center Chile, que opera aquí en Perú, pero no todas se enteraron por teléfono. Según señala el Sindicato Unitario de Trabajadores de Saga Falabella (SUTRASAF), desde el 14 de mayo la empresa empezó a enviar cartas de liquidación por correo electrónico y WhatsApp.
En sus comunicaciones, Saga Falabella indicaba que habían intentado comunicarse con las trabajadoras de forma reiterada pero no habían llegado a un acuerdo. Algo que SUTRASAF niega.
Algunas de las trabajadoras, sin embargo, recibieron más que la noticia de su despido. «Yo sé que tu principal preocupación debe ser la continuidad laboral. Te comento que este servicio (Call Center Chile) va a seguir desde la planilla de ATENTO, el call center más grande del Perú. Ellos tienen una posición que ofrecerte», dijo Alcócer a R.
Esta propuesta de trabajo, a simple vista, parecería positiva: mayor sueldo, mayores comisiones y la posibilidad de trabajar desde casa. Pero con un cambio importante. Las trabajadoras que recibieron la oferta tenían un contrato a plazo indeterminado con Saga Falabella y les ofrecieron un contrato por tres meses con ATENTO. Algo que, como apunta SUTRASAF, atenta contra la estabilidad laboral que han luchado años por lograr. Además, cuando una de las trabajadoras preguntó si la empresa la podía pasar a otra área, le dijeron que no tenían posiciones disponibles.
«Eso es ilegal. Si la empresa quiere deshacerse de trabajadores, la única manera permitida ahorita por ley es un cese colectivo. De lo contrario, está obligada a reconvertir esas plazas de los trabajadores y mandarlos a otras áreas. No puede decir ‘¿Sabes qué? te vas. Eso no es legal, y menos transferirlos», explicó a Wayka el abogado laboralista Arturo Rodríguez.
De acuerdo a Francis Gama, serían más de 50 trabajadoras despedidas del call center. Entre ellas, personal con 22 años trabajando.
Despedidos por pedir seguridad sanitaria
Como reportó Wayka, trabajadores del centro de distribución de Saga Falabella enviaron una carta anunciando que no podían ir a laborar porque la empresa no cumplía con suficientes medidas de protección sanitaria.
«Los trabajadores hicieron resistencia porque tú no vas a estar en un área donde tu compañero ha salido con COVID-19 y la empresa no te quiere hacer la prueba. Ahí no estás solamente arriesgando tu vida, también la de tu familia», indica Francis Gama.
Se trata de 22 trabajadores que ahora han recibido cartas de predespido, por faltas injustificadas y abandono. En uno de los documentos a los que estuvo acceso Wayka, la empresa asegura a una trabajadora que dejó de laborar y «no presentó documento legal y válido que acreditase el motivo de sus inasistencias».
Es decir, no toman en cuenta las cartas donde los trabajadores presentan pruebas de las faltas al distanciamiento social en el centro de distribución, las precarias mascarillas que les entregaban; y denuncian el silencio de Saga Falabella sobre los casos de COVID-19.
Francis Gama reiteró a Wayka que tienen testimonios de trabajadores que dieron positivo al virus, pero la empresa no cumple con informar sobre los casos ni realizar pruebas a todos los trabajadores. Según señalan, Saga Falabella habría enviado a los trabajadores contagiados a sus casas por 14 días, sin tomar otra medida.
Sobre ese caso, el abogado Arturo Rodríguez consideró que se trataba de una situación más compleja. «¿Quién determina si hay un riesgo patente? La empresa puede decir yo ya desinfecte el área, les di tapabocas. Lo ideal sería que vaya un inspector laboral o la municipalidad para que certifique», indicó a Wayka.
Al respecto, Rodríguez precisa que hay vacíos en la Ley de Seguridad Ocupacional, que contempla el derecho del trabajador a negarse a laborar si se pone en riesgo su seguridad y su salud. Por ese motivo, estimó que si despedían a este grupo de trabajadores de Saga Falabella, tendrían que llevar el tema a juicio. Ahí se determinaría en qué medida la empresa los habría puesto en riesgo.
