La Dominga es una de las panaderías y pastelerías más reconocida en Piura, y cuenta con un gran número de tiendas a lo largo de la región, pero pocas personas conocen realmente como inició esta idea de negocio.
Infomercado conversó con Rodrigo Ponce Salcedo, uno de los fundadores de la empresa, para conocer más como se dio su creación y los principales obstáculos que atravesaron en el camino.
En busca de una idea de negocio
Rodrigo Ponce estudió en la Universidad del Pacífico en Lima, mientras que su socio, Rodrigo León, estudió en la Universidad de Piura.
Cabe mencionar que ambos son piuranos, y los dos habían trabajado durante muchos años para compañías como el BCP o Procter, pero cansados de esa situación decidieron renunciar para buscar una nueva idea de negocio a la que dedicarse.
Los jóvenes siempre habían tenido la idea de emprender porque sus familias siempre se habían dedicado a eso. Es así, que ambos renunciaron entre 2016 y 2017, y comenzaron a buscar ideas de negocio.
Luego de un tiempo se decidieron arriesgar por la pastelería, un rubro en que ambos conocían un poco más porque tenían muchos contactos, proveedores e incluso, un pastelero que trabajó hace mucho tiempo en Piura con la familia de Ponce.
Cada uno con su experiencia, vieron que el rubro necesitaba profesionalizarse más, porque en Perú existe mucho la panadería tradicional del barrio, resalta el joven, pero ellos querían hacerlo más específico.
Un nuevo público
Al identificar su público, los jovenes vieron que una de las necesidades que tenían era el poder adquisitivo, que no era muy grande, y que por esta razón se les ofrecía servicios de baja calidad.
Pero los emprendedores, con La Dominga buscaban cambiar esto. Entonces crearon un producto de calidad a bajo precio y que sea ofrecido a través de un buen servicio en locales agradables.
Por otro lado, notaron que existía falta de cercanía, pues para movilizarse a una panadería o pastelería, las personas tenían que recorrer mucho camino.
Luego de identificar esto, se aliaron con el pastelero de Piura para crear el negocio. Un año después le comprarían su parte.
La Dominga se posiciona en Piura
Aunque al principio pensaban posicionarse en los conos de Lima, por ser un gran mercado, al final los empresarios decidieron visitar el norte e instaurarse en su ciudad natal, Piura.
Para ese momento, el fenómeno de El Niño había dejado muy destruida la ciudad, y muchas personas consideraban que era una locura comenzar un negocio en una región tan golpeada.
Pero ellos decidieron quedarse en un lugar que tenía las necesidades de este tipo de productos, pero no recibía soluciones, porque los locales que existían eran muy costosos, explicó Rodrigo.
Es así que, el 28 de octubre de 2017, luego de un arduo camino, nace La Dominga. Los jóvenes aperturaron su primera tienda y fábrica en la Urbanización Santa Isabel.
Actualmente tienen 10 tiendas en Piura y 1 en Catacaos.
Principales limitaciones
En el camino, los emprendedores identificaron 3 obstáculos.
EL primero, es la inexperiencia, porque al trabajar en negocios masivos desconocían como manejar este tipo de emprendimientos. Sin embargo, el apoyo de sus familiares, amigos y proveedores los guiaron en el proceso y a enfrentar todos los retos.
Por otro lado, el crecimiento fue tan rápido que les exigía mayores controles, más personas, y seguir el ritmo fue el segundo obstáculo que tuvieron que atravesar.
Por último, consideran que su equipo de trabajo es el pilar de su éxito. En ese sentido, cuando llegaron a Piura para ayudar a la población afectada por El Niño, pudieron identificar que existe mucha explotación de mano de obra e informalidad en algunos lugares de la ciudad.
Frente a esto, decidieron aportar brindando fuentes de empleo formales. Y de esta manera, cuentan con un equipo potencializado y que ayuda a que el negocio camine bien.
Rodrigo comenta que uno de sus pilares es que los trabajadores estén en un ambiente cómodo.
La Dominga, una abuelita cada vez más moderna
Para la empresa, uno de sus valores agregados es la cercanía, tanto física, porque se encuentran en muchos puntos estratégicos de la ciudad, permitiendo que las personas no tengan que movilizarse mucho para conseguir sus productos.
Y por otro lado, la cercanía emocional, pues La Dominga es una abuelita, la cual cada vez se está modernizando más.
Si bien es cierto, en la imagen de la pastelería han buscado recrear una abuelita de antaño que se le asocia mucho con la preparación de recetas y con los postres tradicionales.
Es decir, productos que te hacen recordar a como lo hacía tu abuelita, mencionó Ponce.
Actualmente, la abuelita busca estar al día con las tendencias y conectar con el público, brindando, más que un producto, una experiencia, para ello han aperturado sus canales digitales.
De esta forma, la empresa busca generar una relación a largo plazo con sus consumidores, explicó Rodrigo.
Por otro lado, el nombre está relacionado a los domingos, los cuales son considerados días familiares, donde muchas veces hay reuniones y se comparten postres o panes.
Es un día en el que se evidencia mucha cercanía entre las personas. Esto es lo que buscaban traer como concepto de su marca, que todos los días sean como los domingos.
Proyecciones
La Dominga busca posicionarse a lo largo de todo el Perú, ser un referente de la panadería y pastelería, así como ser reconocido como el lugar con mejor atención y a la vez, el mejor lugar para trabajar en Piura.
Muy pronto aperturarán una nueva tienda en Sullana, pero al meta a largo plazo es la panadería más grande de todo el país.
Además, ellos abrieron una nueva planta en Castilla, la cual les ha permitido tener mayor capacidad de producción, para aperturar nuevas tiendas.
Por ello, para cerrar el 2022 estiman un crecimiento del 80%, frente al año anterior. Y para el próximo año, esperan duplicar el negocio.