El sector cuero y calzado sufrió una fuerte caída del 30% en 2020, aunque logró mostrar una recuperación del 18.3% entre 2021 y 2022.
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A pesar de mostrar una recuperación alentadora a doble dígito, el sector de cuero y calzado todavía lucha por alcanzar los niveles de producción que tenía antes de la pandemia. Fenómenos climáticos, el incremento en el costo de insumos importados y la escasez de mano de obra están afectando las proyecciones de crecimiento para este año y el próximo.
Antonio Castillo, gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), reveló a Gestión que, en el 2020, la fabricación de calzado sufrió una fuerte caída del 30%, aunque logró mostrar una recuperación del 18.3% entre 2021 y 2022. Sin embargo, se espera cerrar el 2023 con un crecimiento de apenas un dígito.
Por su parte, el sector de cuero y calzado, aunque está en un proceso de recuperación, todavía enfrenta desafíos significativos. Castillo destacó que las pequeñas empresas de este sector requerirán financiamiento de capital para fortalecerse y también un aumento en las compras por parte de Myperú, manejado por Produce, para estimular el aumento de los pedidos.
“El sector de cuero y calzado en su conjunto no ha logrado remontar el 2019, pero sí es un sector, que, a diferencia de muchos, viene recuperándose, a pesar de la competencia internacional. Considerando que esta industria siempre ha tenido una competencia desleal por parte de los productos importados. Actualmente hay hasta dos procesos de antidumping; también está el contrabando y falsificación de productos”, mencionó.
Sector de calzado y cuero
En el caso del sector calzado, se ha visto un nivel de recuperación más notable, registrando un crecimiento del 15.5% en la fabricación del producto durante mayo de 2023 y un crecimiento acumulado del 10.8% de enero a mayo del mismo año. A pesar de estos avances, la producción aún se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia.
No obstante, el panorama es menos alentador para las zapatillas, donde el alto nivel de competitividad en otros países ha mermado las oportunidades de producción nacional. “La productividad es muy baja y poca mecanización. No nos da mucha ventaja frente a productos importados de China y Vietnam. Hemos venido perdiendo mercado”, mencionó.
