Mientras, el Gobierno intensifica medidas
- “Están funcionando las medidas que hemos tomado”, informó el Gobierno de Perú. El Estado de emergencia nacional, los toques de queda en algunas ciudades y el despliegue militar han logrado contener la violencia de las protestas que exigen la liberación del expresidente Pedro Castillo, destituido y detenido por un intento de golpe de Estado, así como la renuncia de Dina Boluarte, actual mandataria peruana.
Según publica pe.fashionnetwork.com El adelanto de las elecciones presidenciales se suma a la lista de los motivos de las protestas y manifestaciones violentas del país que dejan un saldo de más de 150 millones de dólares en pérdidas para el comercio desde su inicio. En una primera etapa, el parlamento no dio luz verde al adelanto de las elecciones. Sin embargo, las protestas siguen ejerciendo presión y la actual presidenta ha propuesto adelantar los comicios hasta 2024.
“Los peruanos somos conscientes que cada día de paralización en diversas regiones del país, afecta a toda la cadena de bienes y servicios vinculados al turismo, las exportaciones y la imagen país. El sistema democrático que vivimos en el Perú valora la libertad y la seguridad de toda la sociedad, por ello, el Gobierno central dispuso también que las Fuerzas Armadas puedan colaborar con la Policía Nacional del Perú en la tarea de salvaguardar la seguridad pública y el tránsito ciudadano, brindando protección a las vías públicas y entidades productivas estratégicas”, informó de manera oficial PromPerú.
Entretanto, Estados Unidos y la comunidad internacional pide al Gobierno peruano ejercer las reformas y cambios necesarios para proteger la democracia y evitar una crisis humanitaria.
A lo largo del fin de semana y desde el 15 de diciembre que entró en vigor el estado de emergencia en todo el país, con toques de queda en algunas zonas, la industria de la moda se encuentra a la expectativa, atendiendo a su clientela por medios digitales.
Algunos diseñadores y marcas se han agrupado para contratar a habitantes locales en otras ciudades y atender así la demanda local por regalos navideños y otras compras.
Desde mediados del año, la industria y el comercio del textil y la moda han visto caer sus ventas ligeramente y aunque las bajas se mantienen en un solo dígito, la temporada de fin de año prometía ser el salvavidas necesario para cerrar 2022 en línea con las proyecciones. Ante la situación actual, se estima que el sector se contraiga al menos un 10 % interanual frente a 2021.
