Aeropuerto de Colón sigue sin recibir vuelos

La terminal será utilizada, inicialmente, para recibir vuelos charter para turistas que compren en la Zona Libre de Colón, a quienes se les ofrecerá otros atractivos.

Fue a finales de julio, cuando la junta directiva de la Autoridad de Aeronáutica Civil autorizó los vuelos internacionales en el aeropuerto Enrique A. Jiménez, de Colón.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Giovanni Ferrari, gerente general de la Zona Libre de Colón, esperaba que en septiembre llegara el primer vuelo para que turistas realizaran compras en la zona comercial, sin embargo, no aterrizó ningún avión. ¿Qué ha pasado?

Gustavo Pérez Morales, director de Aeronáutica Civil, recordó que el aeropuerto de Colón era solo para vuelos locales, por lo que llevarlo a la categoría que permita recibir aviones procedentes de otros países, lleva todo un proceso que, finalmente, cumplieron.

La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) es la entidad encargada de regular el funcionamiento de todas las terminales internacionales por lo que se necesitó su aval para el Enrique A. Jiménez abriera su pista al extranjero.

A pesar de que se puede utilizar desde finales de julio, el capitán Pérez Morales dijo que su utilidad depende de la demanda que tengan las aerolíneas sobre esta ruta para que puedan llegar vuelos.

“Es como Río Hato, que tiene todas las facilidades, pero las aerolíneas necesitan, para poder ir, tener demanda”, sostuvo el funcionario.

El director de Aeronáutica Civil informó que, por el momento, se está hablando de traer vuelos charter al aeropuerto y para tal finalidad, hay varias compañías interesadas en llegar a la terminal aérea.

Estos vuelos forman parte de un proyecto que desarrolla Zona Libre para incentivar el turismo de compras, informó anteriormente su gerente.

En ese entonces, adelantó que se busca que el primer vuelo provenga de una isla del Caribe, región que siempre ha estado interesada en la zona franca.

El aeropuerto Enrique A. Jiménez fue otra de las obras que el gobierno anterior dejó en abandono. Su costo fue cercano a los $60 millones y desde que se inauguró, a finales de agosto de 2013, jamás ha sido utilizado.