El ecommerce es un concepto muy amplio que abarca aspectos como: distribución, venta, medios de pago y marketing, los cuales le permiten a los comercios aumentar sus transacciones online, conectarse con los clientes y ofrecer la mejor experiencia de compra, apalancado en el uso de la tecnología para formar un ecosistema capaz de optimizar los recursos del negocio y potenciar la relación que este tiene con el usuario.
Cuando una tienda implementa un comercio electrónico cuenta con un vendedor continuo los siete días de la semana y las 24 horas del día, durante todo el año; pero que además, tiene la posibilidad de atender a muchos clientes de manera simultánea. Gracias a este canal, la tasa de conversión puede llegar a incrementarse hasta en un 54%, al generar un sentimiento de seguridad y confianza durante toda la experiencia. Actualmente el 80% de las visitas a los ecommerce llegan desde dispositivos móviles y el 70% de las ventas se hacen por celular, estos indicadores deben motivar a los comercios para que cualquier decisión que tomen incluya siempre una oferta que sea compatible con estos dispositivos.
Cuando un consumidor online compra un producto es porque le gustó, no se fija necesariamente en el tamaño que tenga la tienda; así que el comercio electrónico representa una oportunidad para que las pequeñas empresas compitan con las más grandes. Esta herramienta tecnológica fue desarrollada para que el retail, los existentes y los que hasta ahora están dando sus primeros pasos, pueden crear un modelo escalable que permita ajustar la oferta según sus propios avances y necesidades, además de potenciar y visibilizar las fortalezas de producto, servicio, precio, atención al cliente, distribución y hasta el manejo del inventario.
Las variables que se deben contemplar para que realmente el ecommerce sea escalable y beneficie directamente a los negocios son en primer lugar realizar un análisis de datos, ya que medir la gestión ayuda a tomar las grandes decisiones. Un comercio electrónico debe saber en tiempo real qué tráfico llega a su sitio web y cómo se comporta, la cifra de las ventas, las páginas o productos más buscados, entre otros elementos. Google Analytics resulta ser muy útil para hacerlo y además es cómodo para manejar.
Automatizar tareas resulta ser otra herramienta básica, ya que muestra los productos, captura los datos del cliente y su pedido y maneja la información de la entrega de la mercancía. En este punto debemos entender que todo se puede sistematizar, ya que no sólo facilitará la operación del día a día, sino que lo potencia al volverlo más seguro para el negocio y por supuesto para los clientes.
El retail necesita realizar una adecuada unificación de sus inventarios, que a su vez le permita vender en todos los canales, ya sea a través de redes sociales, de manera presencial o en el ecommerce, cualquiera que sea el medio por donde el cliente compre y/o recoja su producto, el registro deberá actualizarse en tiempo real. Así se evitará cometer uno de los errores más comunes y sensibles de la industria: ofrecer algo que no se tiene en existencia o perder mercancía por la falta de promoción. Sumado al incómodo desgaste para el cliente cuando se presenta información equivocada o inexistente.
Los asuntos logísticos son un aspecto determinante para cerrar el ciclo de compra. Para garantizar que la operación se haga de manera eficiente y efectiva si internamente no se puede solucionar de manera eficiente, resulta necesario contar con una empresa transportadora aliada que ayude con el cumplimento y los tiempos de los pedidos.
Finalmente, y no por último menos importante, el servicio al cliente, que es un proceso transversal al negocio, por regulación un ecommerce debe cumplir con un tiempo de respuesta a los requerimientos de los clientes y con la política de protección de datos, por lo cual integrar esto es fundamental para atender a los compradores exitosamente.
Los comercios que sean efectivos y asuman el camino correcto para escalar su modelo de ecommerce serán quienes realmente tengan la capacidad de entender al nuevo tipo de cliente que ha nacido, producto de las medidas de aislamiento preventivo y aplicación de las normas de bioseguridad. Estamos viendo el cambio de los consumidores y esto debe llevar a que las marcas entiendan que ahora deben adaptarse, rápidamente, a los cambios que tiene el consumidor y ajustarse a sus demandas. Los que consigan hacerlo más fácilmente serán quienes capitalicen el mercado.
