Nicolás Goldstein: 3 paradojas que nos dejó la pandemia en el mundo laboral

Nicolás Goldstein

En estos tiempos de incertidumbre, muchos de nosotros esperamos una dosis de normalidad; que las cosas vuelvan a ser como antes del COVID-19, ya sea una salida al cine, una comida fuera de casa sin preocupaciones o unas vacaciones en el extranjero. Pero a medida que avanza la pandemia, queda claro que algunas cosas nunca volverán a ser como antes. En particular, la forma de trabajar ha cambiado de forma permanente.

Gracias a la pandemia, algunos puestos de trabajo desaparecerán y otros surgirán. Trabajar desde casa se convertirá en algo habitual, al menos durante una parte del tiempo, y los trabajadores dependerán de las herramientas digitales basadas en la nube mucho más que en el pasado. El cambio será profundo y duradero. Los líderes empresariales lo reconocen y están tratando de adaptarse. En una reciente encuesta de Accenture, el 77% de los ejecutivos de la alta dirección con los que hablamos dijo que está planeando rediseñar los puestos de trabajo y las funciones en sus organizaciones, mientras el 73% está pensando en rediseñar las culturas y formas laborales.


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Pero esta es una tarea que para muchas empresas puede ser más fácil de decir que de hacer. Esto se debe a tres paradojas que se encuentran en el corazón de la fuerza de trabajo. Estas paradojas, reveladas por un nuevo estudio de Accenture, deben abordarse para que la estrategia de la fuerza laboral dé los resultados esperados.

  1. Las personas con más probabilidades de dar las organizaciones son los mejores trabajadores:

Nuestro estudio muestra que uno de cada dos trabajadores está considerando un cambio de carrera. Paradójicamente, las personas que están pensando en cambiar de empleo son, en la mayoría de los casos, los trabajadores con mayores ingresos, los mismos que pensarían que valorarían sus empleos relativamente seguros en estos tiempos difíciles. Sin embargo, la mitad de ese segmento está considerando un nuevo trabajo, y la mayoría está explorando nuevas fuentes de ingresos (55%) y tomar un papel a tiempo parcial (59%).

Esto debería preocupar a los directivos de las empresas por varias razones. Para empezar, está el daño a la marca que se producirá cuando muchos de sus trabajadores más valiosos salgan al mercado laboral: los inversores, los accionistas y otras partes interesadas pueden pensar que algo va mal. En segundo lugar, sus mejores empleados suelen ser aquellos en los que más ha invertido y que tienen las habilidades más difíciles de encontrar. Reconstruir este talento perdido será difícil y costoso y obstaculizará los esfuerzos para recuperarse de la crisis actual.

  1. El desarrollo de habilidades no está ocurriendo donde más se necesita:

Especialmente si las empresas están perdiendo a sus mejores trabajadores, necesitan desarrollar habilidades en las áreas adecuadas para reemplazar este talento. La transformación digital del lugar de trabajo impulsada por el COVID-19 significa que todos los roles están cambiando, y todos los trabajadores necesitan aprender nuevas habilidades, especialmente a medida que la automatización sustituye muchas tareas rutinarias. Lo que tienen que hacer los directivos de las empresas es asegurarse de que dan a todos los trabajadores acceso a las competencias, la formación y las oportunidades adecuadas para prosperar en el mercado laboral. Se trata de una capacitación responsable que, en última instancia, ayudará a los empresarios a fidelizar a sus empleados y a frenar la rotación de personal.

  1. La gente aprecia el trabajo desde casa, pero no está comprometida con él:

La última paradoja es que, aunque la gente aprecia trabajar desde casa, no quiere hacerlo siempre. En concreto, aunque la mayoría (57%) de los trabajadores sigue sintiéndose más satisfecho profesionalmente trabajando desde casa que desde una oficina, no quiere que sea su nueva norma el 100% del tiempo. Curiosamente, descubrimos que las parejas con hijos son las que más ganas tienen de volver a la oficina. Y no es porque sean incapaces de ser productivos en casa con todas las distracciones familiares: nuestro estudio muestra que los adultos con hijos tienen una mayor capacidad para concentrarse en las tareas que tienen entre manos en comparación con sus homólogos sin hijos.

Nuestras tres paradojas se resumen en lo mismo: si las empresas no tienen claro lo que hay que hacer para atraer y retener a las personas, corren el riesgo de perder el talento a medida que el lugar de trabajo del futuro va tomando forma. Para hacer frente a este reto hay dos puntos clave: un liderazgo fuerte y enfoques innovadores para la toma de decisiones basada en datos. Las empresas que construyan sus estrategias laborales basadas en estos dos pilares serán las que mejor se adapten rápidamente y mantengan a los trabajadores a su lado.

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