Por: Argenis González Salas – Abogado. Ex Presidente de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Estas navidades que acaban de pasar sirvieron a los venezolanos radicados en el exterior para añorar las celebraciones en Venezuela, la Patria que dejaron atrás al marcharse, ya no es la sombra de lo que en algún momento les trajo múltiples de alegrías.
En lo personal, mis hijas extrañan la sazón de los platos navideños de navidad, se suele hacer en familia la famosa hallaca, el pernil o en su defecto, como este año, se cocinó el muchacho redondo, una carne condimientada con un buen vino, con un toque dulzón, que queda con un color bastante interesante, a veces relleno, a veces muy bien sazonado, detalle que en casa no pasa desapercibido.
Una situación que no afecta a los venezolanos, que logran afortunadamente vivir en en exterior, sin que ello signifique que no sufran dificultades en los distintos países donde habitan. Han debido sentir nostalgia por lo nuestro las hayacas, el pernil, la ensalada de gallina el pan de jamón dulce de lechoza… Etc…
Al menos esos venezolanos en el exterior, en su mayoría enviaron remesas para sus familiares, ya que casi imperdonable que falte el plato tradicional navideño, pese que continúe en este desastre trágico que afecta a Venezuela.
