«Inteligencia Artificial: ¿solución o problema para la ciberseguridad de las empresas?», es el tema que nos propone Pablo Lema, Growth Operations & Technology Expert de Ingenia.
Por Pablo Lema, Growth Operations & Technology Expert de Ingenia
ChatGPT, la Inteligencia Artificial de Open AI, es la plataforma que más rápido ha crecido en la historia de internet. Además, cada vez son más las empresas que deciden aplicar herramientas de IA para ahorrar y optimizar sus recursos. Por otro lado, a diario escuchamos o leemos a personas preocupadas por ser reemplazadas por esta tecnología. Todo esto se debe a que estamos viviendo la revolución más grande que se haya visto en décadas, gracias al avance de la Inteligencia Artificial.
El avance de la Inteligencia Artificial con el paso del tiempo
Aunque la IA está despertando gran interés en la actualidad, hay que tener en cuenta que lleva muchos años de desarrollo. En la década del 50’, efectivamente no existía la IA que conocemos hoy en día, pero ya tenía un enfoque en la resolución de problemas matemáticos y lógicos. Al mismo tiempo que el mundo y la tecnología fueron avanzado, se fue perfeccionando la técnica y el estudio de IA.
A partir de 1990, dejando atrás muchas limitaciones de la época, la Inteligencia Artificial experimentó un progreso significativo. Aplicó aprendizajes más complejos, como son las redes neuronales artificiales, para analizar y procesar datos con una rapidez y precisión nunca antes alcanzada.
Desde entonces, la Inteligencia Artificial no paró de nutrirse, y es así como hoy está en la boca de todos. Aunque lo que estamos viendo de la IA recién es la punta del iceberg, en el último tiempo se expandió a casi todos los campos: desde sistemas de manejo autónomos y robots industriales hasta asistentes virtuales y algoritmos de recomendación personalizados.
La ciberseguridad y la Inteligencia Artificial
Hay que tener en cuenta que no todos son beneficios y que la IA, como toda herramienta, puede usarse también para fines maliciosos. Actualmente, genera muchas dudas y preocupaciones, como la dependencia que puede generar, la pérdida de habilidades humanas a largo plazo y, por supuesto, la posibilidad de errores y decisiones poco éticas.
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Esta combinación de algoritmos puede ser una gran aliada en lo que respecta a la ciberseguridad, ya que se pueden detectar y prevenir ataques de forma mucho más rápida y precisa que antes. Corre con la gran ventaja de aprender de forma automática y adaptarse velozmente a las nuevas amenazas, siendo una herramienta ideal.
Pero no todo es color de rosa. Si se plantea la FODA de la IA, su principal amenaza sería igual a su mejor virtud: el poder de la herramienta.
Así como representa esa gran ventaja para la detección, en manos de ciberdelincuentes permitiría generar ataques mucho más complejos, avanzados y peligrosos. Esto se debe a que puede crear técnicas de phishing más convincentes, malware de mayor sofisticación y difíciles de detectar, entre otras tantas alternativas.
De todas formas, esto mismo ocurre con todos los avances de esta magnitud. En buenas manos es capaz de generar grandes beneficios, pero en las equivocadas pueden alcanzar resultados críticos. Por eso, resulta imprescindible conocer las posibilidades y contar con perfiles capacitados para detectarlos.
Recaudos para que no ocurran los ataques
En primera instancia, hay que disponer de un equipo de ciberseguridad capacitado con las herramientas necesarias para lograr proteger a la organización. También es necesario realizar auditorías externas periódicas para todo aquello que el equipo interno no tiene conocimiento.
En el peor de los escenarios, hay que disponer de un plan de contingencia para que, ante una falla de los sistemas de protección, la empresa pueda actuar rápida y efectivamente. En ese caso, hay que lograr minimizar el impacto y poder recuperarse lo antes posible.
Para reducir los ataques, es fundamental que las empresas de IT colaboremos con nuestros clientes, ayudándolos a conocer el estado actual de su exposición ante posibles ataques y planificar un camino de mejora al estadio ideal. Se vuelve vital colaborar en la capacitación de los equipos internos técnicos, con el objetivo de lograr una evangelización organizacional en ciberseguridad, y evaluar seriamente cómo, desde cada punto de la organización, podemos colaborar para reducir las posibilidades de ataques.
