«Inteligencia Artificial: ¿Poderoso aliado o temible enemigo?», es el tema que nos propone Lourdes Baeza, Estratega de Marketing, Comunicación & Key Opinion Leader de Marketing de TI.
“Sucede así, el misterio no se abre sino al que ya lo habita.” – Eloy Sánchez Rosillo –
Tal como lo dice esta frase de Eloy Sánchez Rosillo, todos nosotros ya habitamos el misterio, así es, habitamos el misterio de la Inteligencia Artificial. Poco a poco y sin darnos cuenta, estamos formando parte de ella, seguro todos de ustedes usan Apps de navegación, de salud y navegan en internet para buscar temas de su total interés.
Pues bien, déjenme decirles para aquellos que no se hayan dado cuenta, que desde que surgió el internet y ser una herramienta clave para el trabajo, para el estudio y para el entretenimiento, nuestros hábitos de navegación se recopilan y forman parte de diferentes algoritmos que en definitiva ayudan a los sistemas de inteligencia artificial a sugerirnos series y películas en diferentes plataformas, tiendas de ropa, nos llega información de hábitos saludables, libros y un largo etcétera.
Vivimos en la “era del algoritmo”, tal como lo describió Cathy O´Neil en su libro “Weapons of Math Destruction”, ella plantea que muchas de las decisiones que impactan nuestra vida no están hechas por humanos, sino por modelos matemáticos. En estricta teoría esto debería llevarnos a evitar los sesgos en la información y que todo aquel proceso que involucre un sistema de IA debería ser preciso. En la práctica sucede lo contrario y eso haría caer a las empresas en el lado oscuro del Big Data. De ahí radica la importancia del control de calidad de los datos con los que se alimentan los sistemas de IA para impulsar la democracia en cualquier ámbito donde se utilicen.
Para todos aquellos que lideramos las áreas de marketing, así como para todos los integrantes de estas, usar la inteligencia artificial como una herramienta que nos ayude a potenciar las estrategias de marketing está en nuestra agenda. No podemos ni debemos omitirla porque perderíamos mucho, por el contrario, debemos ser “early adopters” y tomar lo mejor de ella, pero siempre y cuando la usemos con ética y responsabilidad; y para que estos dos elementos existan, primero deben fomentarse desde dentro de la empresa. Sin embargo, en una perspectiva globalizada para que exista un marco regulatorio de la IA, deben participar la iniciativa privada, la pública y los gobiernos, ya que están surgiendo muchas dudas sobre el uso y explotación del contenido generado por estos sistemas.
Ahora bien, en lo que se refiere a marketing, estoy segura de que la mayoría de los marketers ya se han familiarizado con ChatGPT, esta herramienta está siendo tan atractiva, porque nos permite optimizar tiempos en ciertas tareas, sin embargo, desde mi punto de vista tenemos muchos desafíos en las áreas de marketing y creativas al utilizar esta herramienta, como los siguientes:
- Adaptarnos a ella, saber como usarla y definir para qué proyectos se va a usar.
- Evitar el plagio y falta de imaginación en las narrativas de marca.
- Cuidar la calidad de la información con la que se alimenta la IA.
- No perder de vista que tenemos un propósito de marca y eso no nos lo da la IA.
- Mantener la curiosidad por aprender cosas nuevas que alimenten la capacidad creativa de los equipos de marketing.
Mucho se está especulando si la Inteligencia Artificial llegó para reemplazar a las personas en sus empleos, para los mercadólogos, publicistas y todos aquellos que trabajamos en áreas creativas puede ser intimidante pensar que seremos reemplazados por la IA y que puede llegar ser mejor que nosotros.
El ser humano tiene una gran imaginación, creo que ya los vi a todos ustedes pensando en robots haciendo su trabajo en sus oficinas, y ¿por qué no? Hasta en sus casas, con su familia. Les recomiendo que vean una serie rusa de Netflix llamada “Better than us”, donde plantean precisamente los objetivos para los que son creados los “Bots” como ellos los llaman, mostrando las dos caras de la moneda: los que están a favor de los Bots por la ayuda que representa en ciertas situaciones y los que están en contra por sentir el riesgo de ser reemplazados.
Pero… ¿La inteligencia artificial será un aliado poderoso o un temible enemigo?
Aliado poderoso definitivamente ya lo es, pero lo de temible enemigo yo todavía tengo mis dudas, porque los seres humanos tenemos una inteligencia extraordinaria, la curiosidad de aprender y la capacidad de crear no podemos delegarla a nadie más que a nosotros mismos. El principal riesgo de desaparecer como profesionales radica en no adaptarse al cambio, así que mi recomendación es explorar la IA sin miedo. Y si en algún momento llegan a sentir temor o incertidumbre, podemos remitirnos a los que dijo Nick Bostrom en su libro Superintelligence: “Pensar que el destino de nuestra especie pasará a depender de las acciones de la superinteligencia artificial, es algo ciertamente aterrador. Pero nosotros tenemos una ventaja: podemos hacer el primer movimiento.”
Los invito a hacer el primer movimiento para explorar las herramientas de IA y ver de qué manera pueden ser un aliado en su trabajo, aprovechen su potencial y enriquezcan sus estrategias, al menos por ahora todavía no tendremos un robot con apariencia humana a lado nuestro y si acaso lo tuvieran, no se olviden de las 3 Leyes de la Robótica de Isaac Asimov:
Primera Ley: Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
Segunda Ley: Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
Tercera Ley: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.1
Ley Cero: Un robot no puede dañar a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daños.
Ahora ya saben que decirle a cualquier robot si les llega a decir “This is the part where you run.
Fuente: La IA no llegó para quedarse con tu trabajo
