Señor Director:
La pandemia del Covid-19 nos ha hecho tomar conciencia de lo importante que es habitar ambientes limpios y ventilados, minimizando con ello la presencia de un virus que puede permanecer en el aire por varias horas y contagiar a muchas personas.
No cabe duda que la vacunación masiva ha sido un gran paso en busca de la ansiada “normalidad”, lo que ha quedado demostrado en países como Israel, donde gracias a que un 62,51% de su población ha sido inmunizada, han podido retomar paulatinamente sus actividades. No obstante, junto al alivio que significa la inoculación, se ha instalado un precedente en el mundo post-pandemia, el cual exigirá estrategias complementarias.
El aire que respiramos debe seguir siendo un aliado y no una amenaza, por lo que a reglas como el distanciamiento, lavado de manos y ventilación, debemos de forma urgente sumar la implementación de ambientes bioseguros.
Para ello, es fundamental beneficiarse de todas las herramientas sanitarias y tecnológicas disponibles para mantener el virus a raya. Una metodología muy efectiva es la ozonización, proceso que permite una potente limpieza y esterilización, 100% efectiva contra el Covid-19.
Mantener una buena calidad del aire en ambientes cerrados se ha convertido en una obligación para quienes buscan retomar sus actividades y vivir con tranquilidad. Sólo así volverán a operar centros comerciales, pymes, transportes, centros educativos y trabajos; posibilitando la continuidad operativa de muchas empresas y la estabilidad económica de miles de familias.