Por Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Accenture Interactive
Hoy las empresas tienen el gran desafío de crear experiencias únicas en el metaverso. Y, para que sea «para todos», las organizaciones deben crear un espacio seguro, con herramientas, habilidades y directrices que permitan a cualquiera participar.
Las empresas deberán avanzar hacia un ambiente confiable en el metaverso, especialmente en lo que respecta al control del comportamiento, la sostenibilidad y la accesibilidad. Para ser inclusivo, el metaverso necesita contar con personas diversas en los equipos de desarrollo de productos y servicios desde el principio.
Otro factor a considerar es que, cuando hablamos de crear un espacio como el metaverso, en el que las interacciones deben ser en tiempo real, sociales y sincronizadas para todos, es decir, con un retraso mínimo o nulo en la reacción o la respuesta, la carga de la red aumenta. En virtud de ello, los consumidores de lugares sin acceso o con acceso limitado a una infraestructura tecnológica apropiada tendrán dificultades para acceder a este espacio multidimensional y para experimentarlo de forma adecuada.
En ese contexto, fomentar la accesibilidad para todos es clave, así como el hecho de que un metaverso responsable e inclusivo requerirá que las marcas y las personas se unan para tomar la iniciativa de dar forma a un espacio que funcione para todos. Por ejemplo, cuando hablamos de un metaverso accesible, los creadores y las empresas deben tener en cuenta las experiencias vividas por las personas en situación de discapacidad: ¿cómo puede este grupo de usuarios moverse por el metaverso sin obstáculos?
El diseño inclusivo y la ética deben formar parte del metaverso desde el principio. Una mayor transparencia y un discurso constructivo en el que participen usuarios diversos pueden ayudar a desbloquear una nueva riqueza de experiencias culturales compartidas y nuevas economías. Esto no sólo crea acceso a experiencias para los consumidores, sino que también ayudará a largo plazo a que las marcas lleguen a más usuarios.
Las plataformas del futuro deberán comprender realmente a las personas y sus motivaciones. Tener claridad de por qué las personas utilizan determinadas cosas en el metaverso, por ejemplo, para quién lo hacen y qué quieren que su apariencia diga de ellas en el mundo real.
El metaverso es un nuevo futuro para la interacción humana y empresarial, donde muchas de las reglas siguen sin definirse. Al igual que las marcas tuvieron que replantearse fundamentalmente cómo reinventaron sus negocios en los primeros días del comercio digital, ahora deben también darse el tiempo de tomar una perspectiva amplia y pensar estratégicamente una perspectiva sustancialmente diferente sobre el camino a seguir. Y en ese camino, la inclusión será clave.
