Por Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Accenture Interactive
El streaming ha avanzado enormemente en la última década, ofreciendo a los consumidores una forma totalmente nueva de acceder a contenidos de entretenimiento y educativos. Pero a medida que el panorama ha ido madurando, los consumidores consideran cada vez más que el streaming es complicado, caro, difícil de usar y no tan personal.
En un estudio reciente que hicimos en Accenture entre más de 6.000 personas a nivel mundial, en general, los consumidores apuntan a tres grandes problemas que están erosionando la experiencia del streaming. La primera es la dificultad. Aunque el crecimiento de los servicios de streaming ha proporcionado a los consumidores una explosión de opciones, también ha creado una considerable complejidad. A medida que adoptan más servicios, las personas deben navegar manualmente a través de plataformas, pantallas y menús hasta que finalmente encuentran lo que buscan. De esa forma, 60% de los encuestados considera que el proceso de navegación entre estos diferentes servicios es frustrante, y 44% pasa más de seis minutos intentando encontrar algo para ver.
El segundo gran problema es el costo. Los pagos mensuales por más servicios son un problema creciente. De hecho, muchos consumidores se están acercando al límite máximo de dinero que gastarán en servicios de streaming. Según nuestra encuesta, el 33% de los consumidores de todo el mundo afirma que reducirá «algo» o «mucho» el gasto en medios y entretenimiento a través de suscripciones y compras únicas en los próximos 12 meses.
Finalmente, está la falta de personalización. Las recomendaciones incompletas o inexactas y, por tanto, los contenidos a menudo irrelevantes, son por desgracia la norma para la mayoría de los consumidores hoy en día. Muchos algoritmos generan recomendaciones basadas en un historial incompleto, y esas recomendaciones pueden estar muy equivocadas. Además, la dependencia del algoritmo para recomendar programas a los consumidores no les permite ajustar el modelo, excepto mediante la selección real de programas.
Los tres problemas que tienen los consumidores con la experiencia y el ecosistema de streaming actuales apuntan al deseo de las personas de tener un mayor control sobre su experiencia. Quieren navegar más fácilmente, tener más opciones en un servicio para pagar sólo por lo que quieren, y «responder» al algoritmo para ayudarle a hacer un mejor trabajo de recomendación de contenidos. En otras palabras, buscan una forma de inyectar el «yo» en la experiencia de streaming.
Para que el streaming continúe creciendo y desarrollando su potencial es necesario un gran cambio en el ecosistema: la adición de un agregador inteligente, que se asiente en múltiples plataformas y que aumente drásticamente el control de los espectadores sobre los contenidos que ven. Este agregador puede desempeñar un papel importante en la eliminación de los tres principales problemas que actualmente plagan la experiencia de streaming y frustran a los consumidores.
De esta forma, se unifica la experiencia a través de APIs y acuerdos de intercambio de datos, que crean un acceso sin fisuras a través de los servicios de streaming (incluyendo otras formas de entretenimiento). Así también, se fomenta la flexibilidad a través de una plataforma única que permite a los espectadores seleccionar exactamente lo que quieren ver, independientemente de quién lo ofrezca. Y, finalmente, se personaliza la experiencia, proporcionando una navegación y una selección sin fisuras a través de los servicios de streaming, creados en colaboración con y para cada persona.
No hay duda de que la agregación está llegando. Está claro que los consumidores la quieren y el sector en su conjunto la necesita.
