Por: Argenis José González Salas- Presidente de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo
A propósito de una reciente donación de artículos deportivos a un equipo de jóvenes promesas del fútbol en Guacara, un pequeño municipio de la ciudad de Valencia-Venezuela, vale la pena resaltar la labor que vienen realizando las fundaciones filantrópicas, donando recursos y bienes, que permiten asumir la responsabilidad de la ayuda de muchos sectores, donde las donaciones organizadas por personalidades del mundo deportivo, destinan parte de sus millonarios ingresos para socorrer a los necesitados, que de otra forma no podrían tener la satisfacción de cumplir con sus actividades elementales.
En esta oportunidad, la dotación estuvo asociada a guantes para los porteros, quiénes desempeñan una labor muy importante en un partido en un equipo de noveles talentos. Hay variedad de fundaciones, algunas dirigidas a sectores muy específicos y otros a grupos vulnerables. Claro que esas fundaciones pueden así disponer de millonarios ingresos que de no existir la fundación y su actividad filantrópica, tendrían que entregar sus excedentes a título de impuestos, mientras que en la mayoría de los países, las donaciones están exentas de impuestos.
Por eso vale la pena aplaudir a quienes han creado sus fundaciones para manejar las ayudas a quienes tienen actividades culturales, deportivas o de urgencias médicas, educativas y sociales. Este tipo de fundaciones deberían tener una gran difusión de sus actividades para que se multipliquen sus conductas y se logre una réplica en calidad de ayudar a distintas empresas independientes, en una actividad realmente admirable y valiosa, incluyendo a entidades como CARITAS, quienes tienen 75 años tendiendo la mano al pueblo venezolano, con su lema: «Ayúdanos a ayudar», esta vocación, permite sobrevivir a muchos en países vulnerables.
