Los centros urbanos de consolidación y distribución son una pieza clave en la búsqueda de una última milla sostenible.
Por Jose Antonio V. en LinkedIn
Sabemos que el COVID-19 cambió ampliamente la logística urbana: antes de la pandemia, alrededor del 60% de las entregas se realizaban a clientes comerciales, que generalmente se encuentran en carreteras más grandes y propicias para las entregas, y el resto se dirigía a direcciones residenciales. Pero ahora, alrededor del 80 % de las entregas se realizan a clientes residenciales, lo que significa más tráfico de camiones en las calles residenciales.
Clave para una última milla sostenible
Ante este nuevo escenario es que se hace indispensable diseñar nuevas formas creativas de hacer que estas entregas sean limpias, seguras y eficientes. Razón por la cual los activos inmobiliarios logísticos urbanos se han vuelto cada vez más importantes en la búsqueda de una última milla sostenible.
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¿Qué características tienen estos activos inmobiliarios?
✅ Están ubicados estratégicamente en áreas urbanas y ofrecen una serie de ventajas que contribuyen a una entrega de última milla más sostenible.
✅ La ubicación cercana a los centros urbanos reduce la necesidad de largos desplazamientos en camiones de reparto, lo que disminuye las emisiones de carbono y la congestión del tráfico.
✅ Están diseñados con instalaciones para la gestión eficiente de los paquetes, lo que permite una clasificación y distribución más rápida y eficiente de los productos, optimizando los tiempos de entrega y minimizando el consumo de energía.
✅ Otra ventaja importante de los activos inmobiliarios logísticos urbanos es su capacidad para integrar soluciones sostenibles, como la energía renovable y la gestión del agua, lo que reduce su huella ambiental y promueve una operación más ecológica. Además, estos activos suelen estar diseñados para ser más eficientes en términos de espacio, lo que permite un mejor uso del suelo urbano y reduce la necesidad de expansión en áreas naturales.
En resumen, los centros urbanos de consolidación y distribución son una pieza clave en la búsqueda de una última milla sostenible. Permiten optimizar la logística de transporte, reducir la congestión del tráfico, implementar vehículos sostenibles y utilizar tecnologías avanzadas de gestión de la logística. Su papel es fundamental para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la entrega de mercancías en áreas urbanas, contribuyendo así a un futuro más sostenible para nuestras ciudades.
Razón por la cual se hace necesario diseñar Centros Urbanos de Consolidación que nos ayuden a organizar mejor las entregas de última milla, al igual que una combinación de más zonas de carga con micromovilidad para la última milla reducirá la congestión, el estacionamiento en doble fila, los carriles para bicicletas y autobuses bloqueados y las emisiones contaminantes. Por lo que se hace necesario un trabajo coordinado y responsable entre el sector público privado y académico, que nos permita crear una organización sin fines de lucro que abogue por calles «habitables» que prioricen a los peatones y ciclistas sobre los automóviles.
Debemos de tomar consciencia que el comercio electrónico es omnipresente y si no diseñamos nuestras calles para acomodarlo, el caos actual simplemente empeorará.
