Sí. Leíste bien: ¡Deja de servir!
Yo tuve que aprender a hacerlo, gracias a un cliente que se aprovechó de mí.
Después de 36 meses de darle servicio (y crédito) EL CLIENTE AÚN NO ME HABÍA PAGADO deudas de más de 2 años!
Así que hice mi estrategia para recuperar la deuda:
Decidí servirlo.
Y darle mucho más de lo que me tocaba para así lograr que se sintiera agradecido y apenado por no haberme pagado y comenzara a pagarme.
Así que puse un plan en marcha:
- Le ofrecí al cliente servicios de diseño de su experiencia de compra (con un valor igual a la deuda que tenía conmigo) TOTALMENTE GRATIS.
- Invertí aún más recursos para ayudarlo a mejorar sus ventas.
- Recomendé a su empresa con otros que podrían hacer negocios con ella.
Luego de todo ello decidí simplemente ESPERAR A QUE LOS PAGOS EMPEZARAN A CAER.
Y así fue.
El cliente hizo su primer depósito (y prácticamente el único) por $129 pesos!!!! (menos de 10 USD!)
Después de ello se negó a pagar un centavo más de su deuda.
Estaba convencido de que sirviendo al cliente, naturalmente saldría su buena voluntad y todo se resolvería.
Pero no fue así.
Finalmente decidí dejar todo por la paz y entender que JAMÁS RECUPERARÍA ESE DINERO, pero me quedé con una gran lección:
Servir a los demás siempre será el camino hacia tu crecimiento, EXCEPTO, cuando el otro busca servirse de ti.
Comprendí que el primer paso para servir a los demás es servirse a uno mismo.
Imagínate que estás buceando en el mar junto con otra persona.
Cuando están en la profundidad del océano su tanque de oxígeno tiene una falla y te pide que le compartas del tuyo.
¿Lo haces?
Claro, porque servir es parte de tu naturaleza.
Pero después, cuando le pides tu oxígeno de vuelta, se rehusa a devolverlo (aún y cuando él ya tuvo suficiente para regresar a la superficie y salvarse).
Incluso ahí ¿Debes de servirlo y acceder a su comportamiento?
Claramente NO.
Porque si estás muerto, no podrás servirlo a él, ni a nadie más en el futuro.
Por ello recuerda que el primer paso para servir a otros, es SERVIRTE A TI MISMO.
Y por ello, deberías de ser tú quien elija con qué clientes trabajar y con cuáles no.
Sé que en los negocios, a veces, tienes que aceptar que un cliente te trate así, porque no tienes tantos clientes como necesitas y tus resultados dependen de él.
Es por esto que estoy convencido de que:
Saber atraer tantos clientes como quieras y mantenerlos, puede liberarte de los clientes indeseables y mejorar tu calidad de vida.
Este jueves 28 de enero realizaré un seminario llamado:
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Atentamente,
Carlos (tu amigo que sirve pero no permite que se aprovechen de él) Agami
P.D. – Recuerda, servir es el camino hacia tu propósito.
