C4NN4B15: Aprendizajes fundamentales del 2022 para la reglamentación Argentina

marihuana cannabis

José Pizarro – Director de Future Farm Hemp Argentina

Mientras en Argentina aguardamos por la tan demorada reglamentación de la ley 27.669, el norte camina, observa, anota y aprende. Tras más de 4 años desde la legalización recreativa del cannabis en Canadá (Oct. 2018) y más de 20 años desde su aprobación en el campo de la salud (2001), podemos mirar sin resquemor los resultados de esa experiencia para comprender posibles impactos de la regulación local. Naturalmente, debemos contextualizar cada variable y entender, de antemano, que los comportamientos de los consumidores y/o usuarios son diferentes, y que varían mucho según la situación social, económica y coyuntural de cada lugar o grupo poblacional. También los desafíos son otros, como lo son su cultura y sus costumbres.


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Pero es válido, por ejemplo, en afán de desmitificar o validar argumentos a la hora de sentar una posición personal sobre el tema, o más importante aún, al momento de discutir la elaboración de una política pública, observar los resultados de la encuesta que año a año realiza el Gobierno de Canadá sobre unos 10.000 usuarios de cannabis o sus productos derivados para evaluar en la población el impacto del cambio regulatorio.

Por ejemplo, mientras a California o Uruguay parece costarles más de la cuenta combatir al mercado negro con el mercado legal, encontramos que en Canadá la batalla contra el narcotráfico parece estar dando buenos resultados. Las tiendas legales de cannabis se han convertido en la fuente más común de compras de cannabis entre quienes lo consumieron en los últimos 12 meses (61 %), frente al 53 % en 2021. Solo el 2 % de los encuestados informó haber comprado productos de cannabis en un sitio web ilegal, el 1 % de una tienda ilegal, y el 1% de un “dealer”. Además, aquellos que han consumido cannabis en los últimos 12 meses informaron haber gastado alrededor de $65 canadienses en productos legales de cannabis.

Otro aspecto relevante para los decisores a la hora de la formulación de políticas es la reducción de daños y sobre la educación. En ese sentido, los resultados de la encuesta anual de Canadá indican que el consumo de cannabis trae más beneficios que daños a los consumidores. La mayoría de las personas (96 %) que habían consumido cannabis más de una vez en la vida nunca sintieron la necesidad de pedir ayuda profesional para dejar de consumir cannabis, y solo el 3 % informó haber recibido ayuda profesional.

Otro aspecto muy importante es la efectividad de las campañas gubernamentales para crear conciencia sobre los riesgos del consumo de cannabis entre los canadienses, por lo que la encuesta incluye también preguntas sobre qué tipo de información les había llegado. Un total del 29% de los canadienses informaron haber visto avisos sanitarios en productos de cannabis o en el sitio web de Health Canada, mientras que el 19% no estaba seguro de haberlas visto.

En los últimos 12 meses, el 62% de los consumidores de cannabis informaron haber visto las advertencias. De ellos, el 55% dijo que las advertencias aumentaron su conocimiento de los posibles daños asociados con el consumo de cannabis. Entre los que no habían visto las advertencias, el 70 % pensó que sabía lo suficiente sobre los posibles daños asociados con el consumo de cannabis.

Sobre la publicidad de productos, el 51 % de los encuestados, afirmaron que no vieron anuncios ni promociones relacionadas con productos de cannabis. El 24% vio anuncios fuera de las tiendas de retail, el 14% vio anuncios en las redes sociales, un 13% en sitios web o en farmacias y un 10% en carteles y vallas publicitarias de televisión, radio o público.

La encuesta también incluyó cambios de consumo debido a los efectos del COVID-19. De los encuestados, el 53 % dijo que usaba la misma cantidad de cannabis, mientras que el 24 % informó un aumento en el uso y el 23 % informó una disminución.

El cambio en el consumo de cannabis parecía más común entre los grupos de edad más jóvenes, con el 57 % de los mayores de 25 años consumiendo la misma cantidad de cannabis, en comparación con el 21 % de los mayores de 25 años que informaron haber consumido más cannabis debido a la COVID-19. Las cinco razones más comunes para el aumento del consumo de cannabis fueron: Estrés (59%), Ansiedad (55%), Aburrimiento (51%), Soledad (33%), Falta de un horario diario regular (31%).

LO QUE DEJÓ EL 2022

La tendencia más significativa del cannabis en 2022 fue la disminución de las ventas en los mercados maduros de uso recreativo. La mayoría experimentó caídas de dos dígitos (Colorado -16%, Oregon -14% y Washington -12%) en comparación con el mismo período en 2021. A pesar de ello, los nuevos mercados como el de Maine (97%), Michigan (55%) o Arizona (47%) mostraron un crecimiento saludable, uno se pregunta cómo se vería eso en mejores condiciones macroeconómicas.

Mientras que los mercados maduros de EE. UU. experimentaron caídas de ventas en 2022, los mercados canadienses crecieron o se mantuvieron estables. Hasta octubre, las ventas en Ontario aumentaron un 32 % con respecto a 2021, con British Columbia y Manitoba creciendo más del 20 % durante ese lapso.

Lo destacable es la captación de consumidores por parte del mercado legal en detrimento del mercado negro, y también es importante destacar que la tendencia de ventas mes a mes indica que se ha ido desacelerando desde hace ya un tiempo, lo que nos indica que la legalización del cannabis no implica necesariamente un incremento en los usuarios sino un mayor control por parte de las autoridades, mayores impuestos y reducción del mercado negro.

MAYOR CONOCIMIENTO DEL PÚBLICO

Otra tendencia que vemos muy positiva es que el público comienza a diferenciar peras de manzanas o dicho de otra manera, el Cannabis, de la Marihuana. El término marihuana se origina en México y está asociado principalmente a las variedades de la planta del cannabis con alto contenido de la sustancia psicotrópica THC – Tetrahidrocannabinol, utilizada principalmente en el uso recreacional.

Asimismo, activistas pro legalización reclaman que el uso extendido de la palabra Marihuana se dió a consecuencia de la estigmatización de la planta producto de la corriente prohibicionista iniciada en los años 30 en EE.UU. para demonizar a los inmigrantes latinos sindicados como los abusadores y comercializadores de esa “droga”. Una política falaz, sesgada y conveniente a los intereses de aquel entonces.

Un análisis comparativo entre las búsquedas realizadas en Google de las palabras “marihuana” y “cannabis” en el 2018 contra el año 2022 nos muestra por ejemplo que en California las búsquedas eran del 52% para la palabra Marihuana contra un 48% para Cannabis y que en el 2022 la proporción se invierte siendo 54% para la palabra cannabis contra el 46% marihuana. En Maine la tendencia es aún mucho más pronunciada, en 2018 la gente buscaba Marihuana un 69% de las veces contra un 31% de cannabis y en 2022 un 56% busca la palabra cannabis y el restante 44% busca Marihuana. Esta tendencia se corrobora en todos los estados del país del norte, lo que implica un mayor conocimiento sobre las diferentes concepciones y variedades de la planta.

Nuevamente, sabemos que estos indicadores no son 100% extrapolables al mercado argentino, pero sin dudas echa por tierra muchos argumentos que suelen escucharse en los debates sobre regulación, debates que suelen estar condicionados por sesgos, prejuicios y principalmente a la falta de observación a los mercados más evolucionados en la materia.

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