Neuromarketing: Los beneficios emocionales del perdón

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Cansancio, estrés, ansiedad, depresión, trastornos del sueño, migrañas, aislamiento social, incapacidad para adaptarse, reacciones agresivas, mal desempeño laboral; las personas pagan un costo enorme por la tensión emocional, mental, física y social que producen sentimientos como el odio y el rencor, así lo establecen muchas conclusiones de investigaciones científicas.

Por fortuna, la ciencia también ha demostrado que elegir el perdón es un acto sanador y restaurador.


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Son muchos los psicólogos, psiquiatras, médicos e investigadores que han abordado el tema, pero también, la construcción de conocimiento sobre el perdón se ha propiciado desde otros escenarios.

Es así como el Museo Maloka interpretó investigaciones y aportes de prestigiosos científicos y trasladó la teoría a una sala de exhibición inmersiva que lleva precisamente ese nombre: la ciencia del amor y el perdón. Allí se muestra cómo desde la neurociencia, a través de una experiencia interactiva, perdonar es una habilidad que se entrena para controlar y liberar los sentimientos de dolor.

El objetivo de la experiencia “es dar a conocer a los visitantes las herramientas necesarias para transitar hacia el perdón como una forma de sanación emocional, física y social” afirma María Cristina Díaz, presidenta ejecutiva de Maloka.

La mayoría de expertos coincide en que perdonar no significa olvidar o pasar por alto determinada ofensa, sino que es la posibilidad de liberarse de los sentimientos negativos que afectan la salud, ya que el perdón trae beneficios que conllevan a estados de tranquilidad, armonía y bienestar general.

“El perdón no es para la otra persona sino para uno mismo”, explica Luis Roberto Amador López, médico neurólogo y asesor científico de Maloka, quien agrega que, «en la niñez se construyen una serie de neuronas que generan sistemas de adaptación a todas las situaciones de estrés que ocurren en la vida».

Con eventos como el estrés y la acumulación del rencor esas neuronas se mueren porque el propio organismo sobrepasa los sistemas de adaptación. La alternativa para evitar este colapso, según el neurólogo, fellow en neuroinmunología, es el perdón, “así, nos adaptamos a esas situaciones, nuestro organismo va a estar mejor y tendrá el bienestar ideal”.

Afortunadamente la ciencia detrás del perdón ha demostrado que las ofensas no condenan a llevar una vida de dolor, angustia, ira y anulación pues el perdón permite vivir después del dolor.

Nancy Carrillo, prestigiosa bióloga colombiana recopiló para el centro interactivo muchos estudios que respaldaban esta afirmación, por ejemplo, muchas investigaciones que usaron escáneres cerebrales mostraron que quienes meditan en sus acciones, perdonan y llevan la vida con tranquilidad, son más estables emocionalmente y tienen más pensamientos positivos sobre la vida

Los estudios también muestran que los adultos sin antecedentes de enfermedades cardíacas, pero que sufren de ira crónica, tienen un 19% más de probabilidades de desarrollar problemas del corazón en comparación con aquellos que rara vez experimentan estos rasgos de personalidad.

En un estudio del 2001 llevado a cabo por Charlotte van Oyen Witvliet y colegas, se les pidió a diferentes personas de distintas edades que recordaran a alguien que los hubiera lastimado, maltratado u ofendido. Rumiar sobre una vieja transgresión es evidencia de la falta de perdón. Mientras esto pasaba, se monitoreaban su presión arterial, frecuencia cardíaca, tensión muscular facial y actividad de las glándulas sudoríparas.

Efectivamente, cuando las personas recordaron con rencor, el estrés físico se disparó. La presión arterial y el ritmo cardíaco aumentaron, se pusieron tensos, sudaron más y su adrenalina aumentó.

De igual manera otro estudio del 2011 publicado en la Revista Personal Relationships, mostró que el perdón entre parejas casadas tiene efectos en la reducción de la presión arterial y regula el cortisol.

Los académicos de la Universidad de Buffalo, Frank Fincham y Julie Hall, juntó a Steven Beach de la Universidad de Georgia, publicaron 17 estudios sobre el perdón en las relaciones familiares. El perdón, afirmó el estudio, puede ayudar a restablecer objetivos más benévolos y cooperativos en las relaciones, e incluso afianzas lazos de unión y compromiso.

Desde el punto de vista médico y bajo evidencia científica son: mejora el sistema inmune; permite sobrellevar mejor el dolor crónico, reduce trastornos de sueño, aumenta los niveles de serotonina y mejora la salud mental, las relaciones familiares, sexuales y sociales.

La ciencia del amor y del perdón también contó con el acompañamiento y asesoría del doctor Frederic Luskin, director del Forgiveness Projects de la Universidad de Stanford (EE.UU.), sus investigaciones en el ámbito de la psicología transpersonal, reconocidas internacionalmente, le han permitido desarrollar una metodología de nueve puntos para reconciliarse con la vida a través del perdón.

Los 9 pasos más importantes para perdonar y no enfermarnos son:

1. Saber exactamente cómo se siente acerca de lo determinada situación y expresar lo que no está bien.

2. Comprometernos con nosotros mismos a sentirnos mejor.

3. Perdonar no significa necesariamente reconciliación con la persona que nos hirió o condonar esa acción, busca ayudarnos a encontrar paz.

4. Obtener una perspectiva correcta sobre lo que nos sucede y reconocer que la angustia proviene de los sentimientos adoloridos.

5. Cuando se sienta molesto, practique técnicas simples para el manejo del estrés como respirar profundo durante varios minutos.

6. Renuncia a esperar cosas de los demás, reconoce que no puedes imponer comportamientos a los demás.

7. En lugar de reproducir mentalmente el dolor, busca nuevas formas de conseguir lo que quieres.

8. Recuerda que una vida bien vivida es lo mejor.

9. Modifica la historia y evita las quejas y los reclamos, elige perdonar.

María Cristina Díaz, presidente ejecutiva de Maloka, señala finalmente que, buscando fortalecer la transformación social con el acceso a una narrativa del cuidado y el perdón, a partir del 10 de diciembre se estrenará otra exposición en la que la solidaridad y la empatía son premisas de reconciliación para la sociedad.

Andariega es el nombre de la exposición, cuya base son bitácoras constituidas por libros y objetos elaborados a mano por 45.000 víctimas, ubicadas en 160 municipios del país, para compartir sus memorias en medio del conflicto armado colombiano.

El proyecto inició como una estrategia psicosocial de reparación integral desarrollada por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, que expuesto en alianza con el museo plantea mensajes de esperanza y optimismo para la construcción de un país donde el respeto por el otro, sea el punto de partida para explorar caminos hacia la no repetición y la construcción de un país libre de rencor.

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