Es un hecho que la efectividad de un anuncio digital no solo se centra en el dinero invertido, el mensaje o el formato, sino también en cómo los usuarios lo perciben, lo entienden y lo sienten. Hacer que un anuncio genere interés, sea atractivo e incluso se vuelva viral y al mismo tiempo incremente el tráfico o impulse las conversiones, no es tarea fácil. Sin embargo, podemos optimizarlos para activar emociones que nos ayuden a cumplir nuestro objetivo.
Un estudio de la Universidad de Pennsylvania, utilizó tecnología de reconocimiento facial para analizar cómo las personas reaccionan a distintos anuncios publicitarios, categorizando sus expresiones faciales en diferentes emociones, gracias a un algoritmo de aprendizaje automático.