Neuromarketing: ¿cómo tomamos decisiones?

 

Elegir unas vacaciones en la playa o en el bosque, vivir en casa o apartamento, comer algo dulce o salado o decir “sí” o “no”. Las decisiones más sencillas de la vida cotidiana incluyen una gigantesca red neuronal donde cada neurona repite el eco de otras neuronas y propaga su actividad a una velocidad que es imposible detectar para cada persona.

Si bien no existe un decálogo unificado para tomar cada decisión, pues el cerebro tiene su propio decálogo para decidir, existen generalidades que la neurociencia ha estudiado para explicar cómo decide el ser humano. Todo sucede en la corteza prefrontal, pues es la región del cerebro, y en particular, el lóbulo prefrontal derecho, que trabaja en el procesamiento de datos y la información necesaria para elegir.

En la colección de Neurociencia y Psicología de EL TIEMPO, el experto en computación y neurociencia Rubén Moreno Bote explica cómo funciona este sistema neuronal y las “decisiones perceptuales”, que son aquellas que se toman incluso cuando algo en el entorno influye en la decisión. Por ejemplo, determinar si la luz del semáforo es roja o verde cuando hay neblina.

Tomar decisiones

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Archivo particular

Y cuenta cómo se toman las decisiones económicas y se escoge alguna marca en lugar de la otra en los productos que se compran en el supermercado. Pues estas preferencias, diversas, se basan en la experiencia o en el impacto que esta decisión tendrá en el futuro. Esta acción es como si el cerebro imaginara, en contados segundos, las realidades posibles de una u otra acción.

Moreno dice que, si bien algunas decisiones se toman de manera rápida, casi sin pensar, aun para estas el cerebro evalúa sus consecuencias simulándolas, especialmente si estas corresponden a situaciones novedosas en las que no se utilizan los hábitos aprendidos.

Pero eso no es todo. Más allá de tomar una decisión, la persona se asegura de que es o no la correcta. Para saberlo, las simulaciones mentales que hace cada persona deben ser lo más realistas posibles y tener en cuenta las situaciones más probables. Esto se debe a que si el proceso de simulación es poco realista, lo más seguro es que esa decisión sea equivocada.

Así, en este tomo de ¿Cómo tomamos decisiones? Los mecanismos neuronales de la elección, usted conocerá los lugares exactos en los que el cerebro toma decisiones. Y, mediante ejemplos, será posible ilustrar y comprender esa “lista de los pro y los contras” que ejecuta el cerebro, en tiempo récord, para decidir.

 

 

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