Hacer scroll sin sentido ¡modifica nuestro cerebro!

Al hacer scroll sin sentido modificamos la composición de nuestro cerebro. De hecho, cualquier uso del teléfono celular ya cambia a nuestro cerebro, en particular, modifica nuestra neurología y por eso mismo es que es tan difícil dejar de usar el celular.

Por ejemplo, si un día intentas dejar de usar el celular durante una hora en un intento para dejar de ser adicto al celular, podrás notar que en ese periodo de tiempo intentarás revisar tu teléfono de tres a cuatro veces, pues una persona en promedio levanta su teléfono 53 veces al día… De hecho, esto se pone aún más tétrico cuando sabemos que si logramos dejar el celular de lado y no revisarlo durante un periodo de varias horas, comenzaremos a sentir ansiedad y sensaciones de miedo, pues efectivamente, el no revisar el celular hace que el cerebro libere la sustancia del estrés llamada cortisol.


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Areas del cerebro afectadas por el celular

Áreas del cerebro afectadas por el celular

Ahora que sabes todas las partes del cerebro que se activan cuando utilizamos el teléfono celular y navegamos por internet puedes tener una idea de qué importante es hacer scroll sin sentido en la composición de nuestro cerebro. Sobre todo porque esta es una actividad que nos hace liberar dopamina de manera constante al recibir estímulos e información que nos satisface, incluso si no profundizamos ni reparamos mucho en ella.

Además, se ha documentado que el hacer scroll sin sentido en el celular hace que las personas puedan prestar menos atención a lo que sucede a su alrededor o al menos que no puedan sostenerla por mucho tiempo, y esto se debe a que cuando estamos constantemente usando el celular de esta manera, perdemos el hábito de concentrarnos en una sola cosa y por eso esto después se vuelve sumamente difícil. Como consecuencia de esto, el cerebro se acostumbra a pasar de una actividad a otra en cuestión de segundos, como cuando estás en una red social y la cierras para abrir otra, luego respondes un mensaje, luego checas de nuevo la otra red social y al mismo tiempo observamos en qué parte del camino va el repartidor de comida. Todo esto hace que el cerebro se active solo con estímulos igual de veloces y sabemos que la vida real no es así, por lo que nos parece lenta o aburrida.

Por último, vale la pena recordar que las empresas de tecnología como Google o Facebook saben aprovechar la manera en que nuestros cerebros han demostrado reaccionar a los estímulos para diseñar su oferta y así no dejar de generar en nosotros una sensación de bienestar cuando usamos sus productos, y de ansiedad cuando no lo hacemos. Si quieres saber más de este tema te recomendamos el documental El dilema de las redes sociales, en donde hablan con mayor profundidad sobre cómo las empresas lucran con la adicción y lo peligroso que es esto para nuestro cerebro.

Existen varios consejos para usar menos el celular que puedes integrar a tu vida de manera cotidiana si quieres proteger tu cerebro de estos cambios tan significativos en tus conexiones neuronales y tu manera de percibir el mundo. Por ejemplo, intenta que tu celular no esté cerca de ti cuando estás trabajando o también puedes borrar algunas de las aplicaciones que más adicción te generen. Lo importante es reducir estos factores que vuelven a la acción de hacer scroll sin sentido o de recibir notificaciones algo menos estimulante y atractivo y, por lo tanto, menos adictivo.

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