¿El miedo es realmente una emoción o un sentimiento?

persona gritando asustada

Es muy fácil hablar de emociones, pero muy difícil definirlas”, así comentó el director de Campos, Programas y Proyectos del Colegio Colombiano de Psicólogos, Pedro Pablo Ochoa.

Para Ochoa existe un conjunto de respuestas emocionales que pueden englobarse en lo que se denomina miedo o temor, este surge de una vulnerabilidad percibida frente a situaciones de amenaza o peligro.


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El miedo es una emoción o un sentimiento

Para Carolina Guzmán, psicóloga (orientación clínica y terapeuta) en entrevista con la Revista Cromos nos cuenta que el miedo es una emoción a una respuesta adaptativa.

El miedo es una emoción adaptativa ante una circunstancias de amenaza o peligro. Las emociones a diferencia de los sentimientos son biológicas en cambio los sentimientos son la suma de las creencias y percepciones

Las emociones son casi 90% iguales para todos objetivas, los sentimientos son subjetivos, por eso el miedo no puede ser un sentimiento.

Qué es lo que provoca el miedo

Para el psicólogo Universidad Nacional de Colombia, Pedro Pablo Ochoa comenta que el temor o miedo surge de una interpretación que se hace sobre una situación como peligrosa o que amenaza nuestro bienestar.

Esta situación puede ser objetivamente peligrosa para la persona (un animal salvaje al acecho), o se percibe como tal de una forma subjetiva (ver una persona en un callejón con una apariencia que se interpreta como peligrosa); en cualquier caso, la respuesta del organismo es similar o, en algunos casos idéntica.

Qué tipo de miedos existen

Según el conocimiento emocional que tenga la persona, puede identificar y nombrar emociones específicas relacionadas con él que pueden variar en niveles de intensidad. Cuando se trata de situaciones con gran intensidad se pueden identificar las respuestas emocionales como: alarma, susto, horror, terror, pánico. O en un nivel de menor intensidad: ansiedad, nerviosismo, Intranquilidad, preocupación, angustia.

Por otro lado, hay trastornos psicológicos que tienen relación más directa con el miedo, cuando este tiene un efecto importante de interferencia en las acciones cotidianas: las fobias, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada. Sin embargo, el miedo o temor, es una emoción adaptativa, necesaria, que se puede presentar en la cotidianidad sin que ello represente un problema o trastorno psicológico.

Cómo afecta el miedo a la mente

Aunque en el lenguaje cotidiano hablemos de la mente como algo diferente al cuerpo, en realidad no son algo diferente. Podemos entenderlo mejor como diferentes formas de entender a las personas, como diferentes niveles de análisis.

En este sentido las emociones son multidimensionales. Para entenderlas debemos reconocer que tienen un componente más fácilmente entendible desde lo biológico, que implica una preparación del organismo para actuar ante una situación; tienen una finalidad, por ejemplo, luchar o defendernos.

Pero también pueden analizarse desde una perspectiva social: los estados emocionales se relacionan con señales faciales, posturales y verbales que comunican la intensidad de nuestras emociones y tienen un efecto en las personas que nos observan.

El miedo provoca la defensa, activa nuestro sistema nervioso autónomo, que prepara nuestro cuerpo para pelear o huir, o en caso de que no haya forma de huir: replegarse. Esta emoción genera un estado motivacional, nos lleva a movernos, a reaccionar.

Pero el temor modifica nuestra expresión emocional, y con esto también comunica a los demás algo, manda una señal sobre qué pueden esperar que hagamos.

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