Rappi: Modo de vida de 500,000 personas está en juego con regulación del trabajo en plataformas

Rappi
  • Fernando Cota, director de Políticas y Asuntos Públicos de Rappi en México, celebró que el Gobierno mexicano esté escuchando a las empresas acerca de la potencial regulación del trabajo en plataformas digitales como la propia Rappi, pero también como Uber, Didi, Beat y varias más.

Frente a la potencial regulación del trabajo que realizan repartidores y conductores de plataformas como RappiUberDidi y Beat a partir de una posible reforma proveniente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), estas compañías ha mostrado su apertura al diálogo con las autoridades, aunque mantienen ciertas reservas ante exigencias como el reconocimiento de una relación de empleador y empleado dentro de su modelo de negocio.

Antes del verano, Rappi había tenido varias reuniones con la la STPS y el IMSS y desde que se reinició el proceso legislativo, la compañía ha asistido a alrededor de cuatro reuniones con las autoridades en torno a la voluntad del Gobierno federal de presentar una reforma laboral en torno al trabajo de repartidores y conductores de este tipo de plataformas.


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Fernando Cota, director de Políticas y Asuntos Públicos de Rappi en México, insiste en que los repartidores y conductores de empresas no son trabajadores de la compañía, sino uno de sus varios usuarios, que se autoemplean mediante su plataforma. En entrevista con El Economista, el representante de la compañía colombiana dijo que lo que está en juego con una legislación es “el modo de vida de más de medio millón de personas”.

Hace unos días, la secretaria del Trabajo, María Luisa Alcalde, dijo que se requería una reforma laboral con el consenso de los repartidores y con el de las empresas, ¿está dispuesta Rappi a buscar ese consenso? ¿Se ha acercado la STPS con Rappi o Rappi ha buscado acercarse a la secretaría?

─Sí, estamos totalmente dispuestos al diálogo con la Secretaría. Creemos que es muy oportuno hacerlo, así que hay que platicar tanto con las empresas que estamos involucradas, pero por supuesto también con los repartidores y conductores, que son los que están en la calle y los que viven esto en el día a día y, al final, pues lo que vayamos a hacer ellos van a ser los protagonistas y a los primeros que tenemos que considerar es a ellos.

Sí hemos estado en comunicación tanto con la Secretaría como con el IMSS, estamos en un proceso de diálogo.

¿Cuál es la relación de Rappi con los repartidores?, ¿cómo se comunica la compañía con ellos?, ¿ha habido algún acercamiento con las organizaciones de repartidores que hay en el país?

─Dividiendo la pregunta en dos partes: una tiene que ver con el modelo en el que opera Rappi, que es intermediar entre tres tipos de usuarios. Por un lado, están los comercios y restaurantes que ofrecen sus productos y su comida. Por otro, están los usuarios finales, como tú y como yo, que pedimos en Rappi nuestro súper o la cena y, por último, los repartidores, que también en ese sentido son usuarios de la plataforma. Nosotros procuramos en Rappi darles el mejor valor y las mejores opciones a todos los usuarios y, en ese sentido, también a los repartidores.

Sí hemos estado dialogando con los repartidores, lo hacemos de manera continua y particularmente con grupos como Ni un repartidor menos. También hemos tenido algunos acercamientos para entender cuáles son sus preocupaciones y qué cosas podemos hacer desde Rappi para mejorar lo que les ofrecemos.

¿Cuáles son las condiciones para que Rappi pueda aceptar una reforma que agregue a los trabajadores de plataformas digitales como una categoría de la ley federal del trabajo?

Creemos que sí hay cosas que se pueden hacer para mejorar el bienestar de los repartidores y para que a la hora en la que desarrollan esta ocupación, insisto, no como trabajadores, sino como personas que utilizan las plataformas para autoemplearse, puedan tener mejores condiciones.

Algo de lo que Rappi ya hace es que, en el tiempo en el que las personas están ocupadas en las plataformas, les ofrecemos un seguro de cobertura amplia, que los protege contra accidentes, contra invalidez y les da un seguro de vida.

Entendemos que hay un debate a la hora de de pensar qué más se puede hacer y particularmente, si se pudiera llegar a tener un esquema de Seguro Social y ahí es donde todavía estamos en un proceso de diálogo, para ver cuál puede ser el mejor arreglo que beneficie a los repartidores, pero también les permita mantener un modelo flexible.

Los trabajadores y el gobierno, al menos en las palabras de la secretaria Alcalde buscan tres exigencias básicas: el reconocimiento como trabajador de la plataforma, seguridad social completa para el trabajador y que se conserve la flexibilidad del empleo, ¿qué piensas de estas tres exigencias?

─Que diría que es importante escuchar a los repartidores y a los conductores como un todo. Datos que tenemos, que la misma secretaría ha dado, estiman que hay medio millón de personas ocupadas en este sector y en ese sentido, hay que decir que lo que está en juego es el modo de vida de este medio millón de personas que se ocupan a través de las plataformas.

Si algo vemos que representa un amplio consenso entre estas personas es que más del 80% está aquí por la flexibilidad y más del 66% dejaría de ocuparse en las plataformas si pierden esa flexibilidad. La mayoría de los repartidores y conductores se ocupan como una forma de complementar sus ingresos e incluso, de ahorrar.

En ese sentido lo que pensaría es que hay que escuchar a todos los repartidores. Lo que nos dicen las encuestas es que lo fundamental para ellos es la flexibilidad y, por lo tanto, pues lo que vayamos a hacer tiene que ayudarnos a preservar esta flexibilidad no necesariamente la laboralidad. Creo que no se sostiene la afirmación de que los repartidores quieran ser empleados de las plataformas, probablemente en algún caso así sea, pero la gran mayoría no lo quiere.

El representante de Uber ante el gobierno mexicano dijo hace unos días que había alternativas de legislación, como un modelo dual similar al que opera en Chile, ¿cuál sería la regulación ideal para Rappi en caso de que haya una?

─No estamos casados y no queremos decir: “este es el camino que hay que seguir”. Creemos que las experiencias de otros países aportan cosas positivas y negativas. A lo mejor sí te diría que hay cosas que debemos evitar, por ejemplo, lo que ha ocurrido en España o en Suiza. La llamada Ley Rider en ambos países, por haberse hecho justo como no debe hacerse, que es de una manera precipitada, sin considerar los intereses de los repartidores y conductores, contrajeron entre un tercio y la mitad del mercado, provocaron pues una destrucción de oportunidades muy importantes.

¿Qué podría ocasionar una regulación que no incluya el consenso de las compañías en los conductores y repartidores y en el modelo de negocio de la compañía? ¿Está en riesgo la operación de Rappi en México si se concreta una legislación en materia laboral?

─No me quiero poner en ese escenario de hablar de que hay un riesgo, porque en realidad lo que estamos viendo tiene la intención de llegar a un buen resultado y de dialogar para que, al final, esto vaya en beneficio del sector y de los repartidores. Pero sí quiero señalar algunos datos: uno es que dos de cada tres repartidores quieren mantener la flexibilidad al punto de que estos dos repartidores dejarían el modelo si pierden esa flexibilidad; otra cosa es que la contratación tiene que seguir siendo muy dinámica.

Hoy en día, no hay más que descargar una aplicación, registrarse y, en un par de horas, ya puedes agarrar una mochila y empezar a repartir y generar ingresos y si nos ponemos en un esquema más de tipo tradicional, esto cambiaría su dinámica, lo que ellos pues con sus acciones y sus declaraciones han señalado que no quieren.

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